La elección de Río Cuarto dejó como ganador al frente dirigido por los radicales con el juecismo y los socialistas, que es el actual oficialismo en la ciudad. La abrumadora diferencia sobre la lista del Frente para la Victoria (casi el 20%) y la conquista de barrios netamente peronistas como Alberdi, le dan al triunfo un carácter especial y pone de relieve el realineamiento político que ha producido el conflicto agrario en otras clases sociales.

La elección de Río Cuarto, una ciudad ligada enteramente a la actividad agrícola, fue la primera elección en el marco del "conflicto del campo".

Una vecina explicaba el proceso electoral del domingo 22 de la siguiente manera: "Estamos todos tan mal con esto del campo. Yo me asusté con perder el trabajo y no presté atención a los candidatos. Muchos no vinieron para hacer como un voto castigo" (declaraciones de Estela Guevara a La Voz del Interior, 23/6). El 37% del padrón no fue a votar.

Los kirchneristas arrepentidos

Los medios, algunos con más ganas que otros, leyeron en el resultado electoral un castigo al gobierno nacional. Pero no solamente el candidato del Frente para la Victoria debió ocultar su kirchnerismo: también el ganador ocultó su reciente pasado de radical K. Fue una pelea entre kirchneristas que apoyan a la patronal sojera. El actual intendente es Rins (de cuyo riñón proviene el ganador Jure), uno de los primeros en saltar el charco junto a Cobos y aparecer como candidato a vicegobernador con el entonces kirchnerista Juez.

En realidad todos los candidatos hicieron fe de apoyo al campo, incluido el MST (2,4%). El partido de Carrió cosechó el 6,5% de los votos.

La crisis del kircherismo no ha parido aún una alternativa política.  

Eduardo Salas