Cuando el 4 de mayo, a las 8 de la mañana, Andrés Elías llegaba a su trabajo en la sede municipal de Mendoza, era recibido con aplausos y vítores por decenas de sus compañeros. Algo parecido ocurrió en el cuarto piso con el delegado de Tribuna Municipal, Juan Letry, y en cada una de las reparticiones donde la agrupación está presente. Hacia el final de día, casi un centenar de trabajadores municipales improvisaron una asamblea que ovacionó a Andrés.

 

 

Los trabajadores municipales se sienten dueños del triunfazo del Frente de Izquierda, por eso se preparan para la batalla por sus reivindicaciones. Este es el balance más profundo de las consecuencias de la gran elección del Frente de Izquierda mendocino.

 

 

El segundo lugar conquistado con el 17,73% para concejales, con Andrés Elías a la cabeza, y el 16,8% para intendente con Nicolás del Caño, caló profundo en el pueblo trabajador de Mendoza y significa un duro golpe a los intentos de la burguesía por polarizar la elección provincial del 21 de junio.

 

 

La derrota del FpV se agravó en relación a las elecciones primarias de la capital. El sciolismo, que se había impuesto en aquella oportunidad, no pudo sumar los votos de las listas kirchneristas derrotadas, en particular la que apadrinaba La Cámpora. Esto adelanta un escenario que puede repetirse en las elecciones generales de junio, donde el PJ difícilmente pueda sumar el voto de sus colectoras y fracciones desplazadas. 

 

 

La migración de votos peronistas a la izquierda consolida el camino emprendido por Raquel Blas y decenas de compañeros (por ahora) que fiscalizaron para el PO y el Frente de Izquierda.

Andrés Elías se destacó con su denuncia de los negociados de la obra pública. Estos favorecen la especulacióln inmobiliaria y encarecen el precio de las propiedades, mientras zonas enteras siguen sin servicios básicos y sin ser urbanizadas. 

 

 

Con una carta desarrolló las prioridades en relación de los trabajadores municipales: el salario, el pase a planta y el fin del extorsivo presentismo.

 

 

En barrios tradicionalmente obreros y de extracción peronista tuvimos un gran crecimiento; por ejemplo en La Favorita, donde el brutal despilfarro de recursos y el aparato clientelar del municipio y el PJ no impidieron que el Frente de Izquierda les peleara de igual a igual. En el barrio San Martín, donde viven gran cantidad de trabajadores municipales, orillamos el 23% de promedio con mesas de hasta el 28.

 

 

Esto no sólo marca una gran elección. Indica un registro de adhesión, en las filas del movimiento obrero, que está acercándose a ser una primera minoría en el terreno de la burguesía. Una conclusión de primer orden de cara a las elecciones del gremio municipal del año venidero.

 

 

Hemos conquistado una gran elección que ratifica la tendencia nacional de consolidación del Frente de Izquierda, con importantes elecciones empezando por Salta, pero incluyendo Capital, Neuquén, Santa Fe, y comicios municipales en Córdoba. Esto contradice la hipótesis de algunos medios, que testarudamente insisten en adjudicarle el voto del Frente de Izquierda a una correcta estrategia de marketing o al peso de figuras convocantes; eso se lo dejamos para los advenedizos como Senetiner. Nosotros reivindicamos el método colectivo de la confrontación del programa de quienes viven de su trabajo contra el de quienes defienden el capital. Un método que impulsa la maduración política de los trabajadores y la juventud.

 

 

Andrés Elías, en su carácter de concejal electo, ya está preparando una recorrida por los barrios y reparticiones municipales para organizar los reclamos, y ordenanzas municipales para apuntalarlos. ¡Vamos a transformar esta gran elección en una fuerza militante organizada!

 

 

La elección de la ciudad de Mendoza significa un gran espaldarazo de cara a las elecciones generales de la provincia previstas para el 21 de junio y las Pasos nacionales de agosto.

Frente a los candidatos del ajuste, vamos con la izquierda para consagrar más parlamentarios.