Políticas

30/8/2007|1007

Elegimos la claridad

La 'izquierda' y su laberinto

Por pedido expreso del MST, por un lado, y el PTS, el MAS e Izquierda Socialista, por el otro, realizamos algunas reuniones en función de un frente electoral.


MST


La primera reunión con el MST coincidió con el lanzamiento de la “precandidatura” de Ripoll y el llamando a Pino Solanas —por el mismo MST “a ponerse al frente”—, y a Claudio Lozano a integrar “un espacio común”. El MST invitaba a recrear el Frepaso o los frentitos que le sucedieron, sin importar el apoyo que Solanas da al gobierno de Kirchner en diferentes temas y en repetidas ocasiones. Recordemos que Solanas también fue menemista —como lo fueron, en su momento y cuando importaba, Lozano y la CTA


El planteo de Solanas a favor de “los dos primeros años de Kirchner” o de su “política de derechos humanos” le viene a la medida al diputado ibarrista Claudio Lozano, un declarado semioficialista y semiopositor que defiende a Yasky, a su política contra los docentes y a las leyes educacionales del Banco Mundial. Solanas se ha reunido públicamente con Kirchner, agente de las petroleras, para explicar su ‘plan’ de “soberanía petrolera”. La integración del MST a este “espacio” es un paso más en su política de autodesintegración.


A la luz de esto, ¿cómo es que el MST tomó la iniciativa de solicitarnos una reunión? Porque el MST vino a comunicarnos que lo del frente con Solanas era sólo una "exploración". Nuestra respuesta fue que no les creíamos. De manera que la reunión que tuvimos con el MST fue breve e inútil. Les dijimos, simplemente, que nos volvieran a llamar cuando hubieran fracasado las reuniones para resucitar al Frepasito. Cuando nos volvieron a llamar, un mes más tarde, nos explicaron que esta vez sí el acuerdo con Solanas había fracasado, a lo cual volvimos a responder que seguíamos sin creerles. En efecto, la prensa siguió informando que las gestiones por el Frepasito continuaban. Este relato (nos quisieron hacer pasar gato por liebre) es una descripción de la catadura moral de la ‘nueva izquierda’.


El propósito de los “diálogos” para “integrar al PO” en condiciones tan extrañas y con engaños y mentiras cuasi delictivos, lo delató sin rubor Marcelo Parrilli, candidato histórico del ex MAS y del MST, al aire, por radio Ciudad: “Les haremos lo mismo que en el ’85”, dijo, o sea que se proponían chantajear a Solanas y armar un ‘plan B’ como lo habían hecho dos décadas antes cuando inscribieron el frente MAS-PO en la justicia para extorsionar al partido comunista (que acababa de votar por Herminio Iglesias) a avenirse a formar un Frente del Pueblo (que excluyera al PO). Claro, el FP e IU han pasado a mejor vida; el MAS lo mismo; Parrilli se ha transformado en un ‘lumpen’ político que dice que no está en el MST, para fomentar el embuste de que hay una ‘nueva izquierda’. El ‘desahogo’ o vómito de Parrilli en el programa de Schiller es su aporte póstumo al hundimiento de una corriente que no se ha cansado de cambiar de camiseta a lo largo de lo que llamaríamos, con cierta licencia, su historia.


El destino final de este entuerto neo o mini frepasista importa poco, pero clarifica que la “nueva izquierda” no es siquiera un planteo político autónomo sino el ‘puente’ para una borocotización en el centroizquierdismo. Aparentemente, los ‘neo-izquierdistas’ tendrán que empeñarse un poco más porque, según La Nueva Provincia (29/8), no habrían sido aceptados por Solanas y compañía para no alterar, dicen estos, el ‘perfil’ del espacio (que, como se ve, no admite que lo miren de frente). Pero todavía hay tiempo, lo último que se pierde es la esperanza.


Frente Chico


Con el resto de los grupos (uno de ellos, IS, sin personería nacional; otro, el nuevo MAS (de nuevo un nuevo) que la consiguió de manera administrativa en cinco distritos; y el PTS, que se mueve en el mismo orden de escala, las reuniones revelaron que no querían un frente con el PO sino un frente contra el PO, como ha sido su política a lo largo del tiempo. La abundancia de sus exigencias y condicionamientos ponía de manifiesto que pretendían romper cualquier acuerdo, o en todo caso conseguir de algún modo que la militancia y la organización nacional del PO (en algunos casos con una importante implantación electoral) hicieran campaña para sacarlos, a ellos o a quienes proponían como candidatos en posiciones centrales (vicepresidencia, gobernadores, senadores), del anonimato ciudadano.


¿Y el contenido político? Ni una palabra. Recordemos que en la formación de las listas para las próximas elecciones de CTERA, altamente políticas, IS se fue a la Lista Lila con el MIC-MST, atrás de Perillo, aliado de Baradel contra los Suteba combativos. O sea que se han asociado a una parte de la burocracia que ha reventado a lo largo de años a los docentes. Nuestro partido hizo todo lo posible para disuadir a IS de esa posición y que se integrara a la lista clasista, Rosa-Gris-Roja. En estos momentos, los compañeros de IS, lamentablemente, están atacando políticamente a las huelgas de los Suteba combativos y combatiéndolas por medio de su prensa y en las asambleas. Como consecuencia de este alineamiento, en Santa Cruz apoyaron, al igual que el PTS, a la burocracia de Adosac, en los momentos decisivos en que la docencia santacruceña se jugó por la huelga general. Esta burocracia tomó, más tarde, la iniciativa de formar primero, e integrar después, a la multisectorial del obispo Romanin y los partidos patronales. O sea que IS y el MIC llevan como candidato, en CTERA, al grupo que fogonea la “paz social” con el gobernador Peralta y que prepara el relevo electoral bajo la batuta de los Costa, Acevedo y Zaffrani. El PTS no integra tampoco la Lista Rosa-Gris-Roja, boicoteando una vez más el reagrupamiento clasista, ni los Suteba combativos que lideran las huelgas de los maestros bonaerenses. Con este prontuario encima, la declaración del “frente chico” se atreve a repudiar la política de “paz social” en Santa Cruz, que es la política de la burocracia de Adosac, que apoyan por igual IS y el PTS.


En el plano estrictamente electoral, el PO propuso la fórmula Pitrola-Olivero, de IS (la candidata común que tenemos, con Eduardo Salas, en Córdoba), dando expresión, con esta propuesta, a una colaboración clasista y socialista sin precedentes que se ha manifestado en la campaña electoral del FIT mediterráneo. El MAS no dispone de ese tipo de candidatos y el PTS, que sí tiene algunos, los “preserva” burocráticamente, como es el caso del líder ceramista neuquino, Raúl Godoy. Nosotros propusimos que ¡el PTS! encabezará el frente en Neuquén si el candidato era Godoy. El PTS saboteó un frente obrero con Zanón en las elecciones pasadas y también lo hizo para las que se harán en octubre; es decir que están en contra de “la independencia obrera” (las comillas es porque citamos al PTS). Para engañar a sus militantes lanzó, durante el módico lapso de cinco días, una propuesta de un frente encabezado por Zanón, sin haber consultado al candidato que proponía, Alejandro López, para callarla luego para siempre. Los métodos de este grupo rayan el delito (recordemos los ataques al luchador italiano Marco Ferrando, que sufría la agresión de la burguesía italiana por defender al pueblo de Irak contra las fuerzas ocupantes de Italia). (El PTS entiende, además, que un frente no debe ser un obstáculo para continuar con las políticas de intrigas que realiza sistemáticamente, incluso contra sus asociados). Hay que añadir que las propuestas de candidaturas que presentó el PTS (y en parte el nuevo MAS) tuvieron el carácter de un ultimátum.


Al final, estas organizaciones sin rumbo parieron un ‘frentito’ en reuniones que hicieron a espaldas del Partido Obrero, porque otra cosa es que lo hubieran votado, con nuestra oposición, delante de los delegados de nuestro partido. Lamentamos que los militantes de IS, con los que hemos compartido una batalla en Córdoba, hayan quedado, a pesar de ellos, en el otro lado de la vereda.


El flamante candidato del ‘frentito’, Montes, ya debutó en Neuquén acusando al PO de “integrar la multisectorial de Santa Cruz”, lo cual es naturalmente falso y una expresión de métodos calumniosos (ver Prensa Obrera N° 1006). ¡Basta imaginar lo que hubiera sido tenerlo como aliado en un frente! El PO de Santa Cruz es el único que tiene historial de lucha en esa provincia ¡desde la dictadura militar! Lo que no es falso, sin embargo, si no absolutamente cierto, es el apoyo del grupo de Montes a la mentora de la Multisectorial: la burocracia de Adosac. (Es claro que con grupos que exhiben semejante descomposición no se puede hacer un frente político.)


Otros


El PC ha formado un frente filo-kirchnerista con el PH, los dos que votaron a Filmus en Capital, además de la integración del PC con Binner en Santa Fe y con Juez en Córdoba. Lo que sumado a las escisiones IT e IS del MST y al pasaje del MST a la centroizquierda, completan el estallido por derecha de Izquierda Unida.


Con banderas sin manchas


Surge con claridad un escenario de descomposición irreversible (reconocemos que incurrimos en una tautología) de la izquierda democratizante. No se equivocó el Congreso del PO cuando en sus debates arribó a esta caracterización. Elegimos la claridad para intervenir en la fabulosa crisis política del gobierno kirchnerista, una crisis que tal vez no tenga expresión en su aspecto electoral, pero que se expresará en violentos giros, crisis y convulsiones sociales después de octubre, para lo cual nos preparamos con ahínco junto a los trabajadores y sus luchas. Al estilo de Santa Cruz, que ha tenido al PO en la primera fila política y de lucha en cada fase de la rebelión popular, en cada organización obrera, contra la multisectorial que fogonearon el PCR y el MST (y el PTS por su apoyo a la burocracia de Adosac), vamos sin frentes centroizquierdistas ni asociaciones de intrigantes. En dieciséis provincias del país habrá un partido obrero con listas propias y en otras con núcleos en formación como San Juan y La Rioja, con candidaturas obreras y socialistas.


Con la joven y pujante Gabriela Arroyo, candidata a Vicepresidenta, que tras su ruptura con el PC e Izquierda Unida, en pocos años se ha puesto a la cabeza de la izquierda social y política de la provincia de Jujuy, llevaremos el programa del Partido Obrero por todo el país.