Políticas

24/5/2007|992

Ellos son todos Taselli


Se acuerda del slogan “Un país en serio”? Pues bien, sus autores acaban de despedir nada menos que a los encargados de supervisar a las constructoras de gasoductos y a las empresas de gas porque se encuentran acusados de coimeros.


Nadie se ‘traga’, sin embargo, que los 18 millones de coimas del ‘affaire’ Skanska-Techint y otros se los llevaron dos funcionarios del escalón inferior: el gobierno echa lastre porque se vota el 3 de junio y porque la cosa apunta más arriba.


El slogan “actitud Buenos Aires” está más fresco, ¿pero quién imaginó que se refería a las facturas truchas de publicidad que Telerman ‘heredó’ de Aníbal Ibarra?


Macri, como Pilatos, asegura que “No participamos”, como si pudiera borrar su prontuario penal sobre el contrabando de autos con Uruguay, para cobrar indebidamente los derechos de exportación, o los pases fraudulentos de futbolistas.


Mientras la línea Roca y la estación Constitución explotan, ellos coimean.


Taselli, que recibe subsidios y prebendas a medida que vacía empresas y despide trabajadores, es el ‘burgués nacional’ que los Macri-Sobisch, los Telerman-Bullrich-Ucedé y los Filmus-Ibarra-Alberto Fernández se juramentaron ‘reconstruir’.


Todos ellos son cómplices de la destrucción y privatización del sistema ferroviario.


Mientras el pueblo de Santa Cruz se rebela, ellos coimean.


En lugar de recuperar el petróleo que malvendieron en los ’90, Kirchner promueve la compra de una parte minoritaria de Repsol para darle oxígeno al desfalleciente pulpo español.


Lo llama a Chávez para defender al pulpo Techint, no a sus obreros.


Ellos coimean y no se cansan de coimear, mientras los trabajadores desafían el ‘techo’ que estos coimeros le han puesto a las paritarias.


Como lo están haciendo los obreros telefónicos, del neumático, del subte —o los médicos en los hospitales.


Mientras asegura que el Estado no tiene plata para los maestros bonaerenses, Solá se aumenta el sueldo y el de sus compinches a más de diez mil pesos.


La conclusión es clara: apoyemos resueltamente a los trabajadores que han salido a luchar contra el ‘tope’ salarial.


Solamente una lucha general del pueblo será capaz de poner fin a la corrupción y al saqueo de los fondos públicos por parte de los pulpos capitalistas y de los vaciadores de empresas.


La conclusión sigue siendo clara: opongamos a los carreristas y coimeros del capital el voto por los tribunos y militantes políticos del Partido Obrero.


El 20 de mayo en Río Negro y el 3 de junio en Neuquén y en la Capital.