Políticas

13/3/2003|792

Empadronemos a decenas de miles de compañeros

Las elecciones internas constituyen una gran instancia de movilización política, un ensayo general militante con cientos de presidentes de mesa y un “conteo” previo para las elecciones nacionales del 27 de abril. La base para esta importante movilización por la fórmula Altamira-Salas son los 1.800 candidatos legislativos y municipales bonaerenses que integran las listas completas del partido en 65 distritos de la provincia. La fuerza de esta campaña está dictada por la conciencia de lucha contra los candidatos de la burguesía (especialmente contra la compra de votos que cotizan los punteros patronales) y por un programa y organización obrera, socialista y revolucionaria.


Se trata de empadronar masivamente a miles de compañeros afiliados y simpatizantes del partido, a la masa de luchadores que militan en el Polo Obrero; ganar la calle colocando mesas de empadronamiento en las plazas y estaciones de tren y barrer las barriadas casa por casa con la prensa y la planilla de empadronamiento para sumar votantes y adherentes. A cada compañero empadronado se le entrega el lugar de votación que le corresponde por cercanía a su domicilio. La conquista del voto en la interna es el paso previo al voto en la elección presidencial (y luego en la de setiembre), pero también la oportunidad para hacer de cada votante un fiscal de mesa para el 27 de abril.


Se trata de darle a la campaña de empadronamiento y a la propia interna un carácter público, difundiendo los lugares de votación en los medios de prensa locales y volantes y afiches para las distintas localidades y barriadas. Se trata de una gran convocatoria pública a todos los trabajadores y jóvenes luchadores y piqueteros que debe traducirse en una poderosa movilización organizada.


Naturalmente, la elaboración de los objetivos de empadronamiento es una tarea de reclutamiento político de primer orden. No sólo en el trabajo territorial donde pesa el Polo Obrero y sus delegados de barrios sino también en los planes sobre frentes sindicales y estudiantiles. En las listas del PO bonaerense hay docentes, estatales, trabajadores industriales, de fábricas ocupadas, estudiantes, trabajadores de la cultura, cuyas candidaturas deben ser promovidas mediante la formación de comités de apoyo a los candidatos en los lugares de concentración (la actividad de los comités comienza con la organización del voto masivo por el candidato en la interna del 30 de marzo).


La preparación de la interna y la movilización como avanzada de los 1.800 candidatos a legisladores, intendentes, concejales y consejeros en los 65 distritos con listas presentadas, más los municipios donde se ha logrado establecer una influencia y hay simpatizantes del PO, es una tarea de politización y organización de la vanguardia piquetera. Las experiencias de asambleas masivas en las barriadas deben generalizarse para explicar el programa del partido, para elaborar las plataformas municipales, para formar los comités de campaña que encaren las actividades prácticas y la propaganda por nuestros candidatos entre la masa de trabajadores y vecinos. Las pintadas por la fórmula Altamira-Salas deben completarse con la difusión de los principales candidatos locales y un llamado a votar masivamente en la interna del Partido Obrero.


El empadronamiento de miles y miles de compañeros asegura un ritmo a la campaña electoral, día por día hasta el 30 de marzo; instala un enorme padrón de relaciones para los actos, charlas y actividades proselitistas; es un caudal directo para la propaganda y colocación de la prensa, y liga directamente las dos fases de la campaña elector al: el 27 en la presidencial por Altamira-Salas, y en septiembre por la conquista de bancadas obreras en la Legislatura y en los municipios.