Políticas

7/7/2005|907

En Córdoba: Otra unión cívica del PS con la UCR

El Partido Socialista de Córdoba resolvió en su congreso provincial aliarse con la UCR para las elecciones de octubre. La resolución impulsada fuertemente por la concejala Laura Sesma, que irá en el segundo lugar de la lista del acuerdo, no fue aprobada fácilmente: 22 de los 63 congresales la rechazaron abiertamente mientras que 7 se abstuvieron. Una parte del partido quería marchar a un frente con Juez (postura del actual diputado Eduardo García, cuyo mandato vence ahora y al cual arribó en 2001 de la mano de la Alianza, apenas unos meses antes que el Argentinazo terminara con el gobierno de De la Rúa). Una vez que supo que Juez no entregaba a García el tercer lugar de la lista, este último apoyó la postura de Sesma; en síntesis, un pichuleo comercial a cargo de arribistas políticos. El PS cordobés no ha considerado siquiera la posibilidad de un acuerdo con IU por ahora, simplemente porque no les aseguraba renovar la banca. La insistencia de IU se vio frustrada por ello.


Dolores Bertarelli, una socialista opositora al acuerdo, “dijo que muchos querían continuar trabajando en el llamado ‘espacio de Rosario’, que nuclea a distintos sectores progresistas” (La Mañana de Córdoba, 3/7). Pero Sesma le retrucó que este frente es un reflejo del de Santa Fe, y algo de razón debe tener, porque Binner viajó a San Francisco para convencer al intendente radical, Madona, de la necesidad de repetir en Córdoba la experiencia santafesina. Sesma consideró que el frente con la UCR era un paso adelante porque “Juez, De la Sota y Kirchner han convertido a este país en una autocracia”; pero no se alejó ni un ápice del “espíritu de Rosario”, ya que rápidamente planteó la necesidad de “una alianza más amplia de cara al 2007 que contenga no sólo al radicalismo, sino al partido de Juez” (La Voz del Interior, 3/7).


Hay que decir también que el frente cordobés tiene vasos comunicantes con el delasotismo: los intendentes radicales están entrelazados hasta el tuétano con De la Sota, por eso han decidido dar un apoyo a la lista de la UCR en tanto ésta sea un ariete contra el juecismo, y en esto están metidos “popes” del radicalismo cordobés como Martí. Es decir, el frente cordobés está inscripto enteramente en las resoluciones del Congreso nacional del PS (ver Prensa Obrera Nº 906), y en la ubicación del PS como factor clave en la lucha por recomponer la autoridad del Estado y los partidos patronales sobre las masas e imponerles a éstas el programa de superexplotación y miseria de la burguesía. El caso cordobés es quizá lo más audaz en esa perspectiva, porque el radicalismo de la provincia está en franco proceso de disolución; con 16 años ininterrumpidos de gobierno ha quedado ante las masas como el responsable de la pauperización creciente con Angeloz y Mestre y como salvador de Kammerath ante el pedido de revocatoria. El PS se ha subido a un barco que se hunde con la misión de reflotarlo: será peor que la tragedia del Titanic.