El sindicalismo combativo y la izquierda, tras protagonizar una jornada nacional de piquetes y movilizaciones en todo el país, realizará un acto de cierre en el Obelisco.

La movilización del clasismo contrastó con el carácter dominguero que decididamente intentó imprimirle la burocracia de la CGT al paro. "Un paro no soluciona nada, ni va a arreglar el país, es un desahogo de la gente y una expresión para que el Gobierno entienda que las cosas no están bien. A nadie le gusta parar. Esto que sucede es responsabilidad del Gobierno", le dijo el triunviro Carlos Acuña a radio Mitre. Las declaraciones de Acuña dejan en claro que detrás de este paro, la CGT no tiene ninguna perspectiva de continuar plan de lucha alguno. La burocracia actúa en tándem con los gobernadores, que se apresta a negociar con el gobierno una ley de presupuesto a la medida del FMI.

Paro de 36 horas con abandono de los lugares de trabajo y movilización a Plaza de Mayo: esa es la perspectiva que este sábado aprobó un extraordinario plenario sindical combativo reunido en el estadio cubierto de Lanús.