Políticas

5/12/1996|522

En estado de asamblea

Juan Bautista Mestre es un gobernante sitiado.


Los empleados públicos y judiciales se están movilizando cada semana contra el plan del Banco Mundial, que fija un salario de 348 pesos, que incluye un 15% por presentismo y otro 15% por productividad (La Voz, 20/11), es decir que el básico es de 267 pesos.


Los trabajadores lucifuercistas van a un paro activo el miércoles 4 de diciembre, cuando se trata en la Legislatura el proyecto que habilita la privatización y partición de Epec.


Los jubilados han ganado las calles para exigir el fin de la ‘emergencia’, que recorta sus haberes, y del decreto que aumenta los aportes.


En las escuelas técnicas se está librando una guerra sistemática de padres, jóvenes y docentes contra la eliminación de los talleres y la destrucción del ciclo secundario. En las escuelas primarias existe un proceso de resistencia contra la fusión y cierre de grados a la medida de la deserción escolar.


Fiat Auto es un polvorín, por la rebelión de los trabajadores ante el intento de la patronal de aplicar el convenio Fiat-Smata, y en Ciadea se está incubando un nuevo levantamiento por la ‘tercerización’ de Mantenimiento.


En este escenario, que reclama a gritos la huelga provincial, la política de la burocracia regional es evitarla. Las tres centrales sindicales (que actúan en un comando único) han evitado deliberadamente fijar un programa de reclamos, que plantearía un objetivo y una lucha comunes por arrancarlos. La burocracia del Smata no está dispuesta a propiciar movimiento alguno contra el convenio Fiat, del cual es firmante, ni contra las ‘tercerizaciones’, que aprobó siempre. La de Luz y Fuerza es socia en perspectiva de la privatización de Epec, y lo mismo podría ocurrir con la de Obras Sanitarias (CTA). La de la Uepc (docentes) cree que es imposible derrotar al gobierno y su reforma, nada menos que en la capital del ‘Cordobazo educativo’.


Mas allá de esto, la burocracia está paralizada, fundamentalmente por el alcance y la profundidad de la movilización obrera y popular en la provincia. En tres meses, desde la caída de Cavallo, la ‘pueblada’ educativa paralizó la ‘reforma’; la ocupación de Cormec impidió la aplicación del convenio Fiat; la lucha de Mantenimiento y luego de toda la planta impidió la ‘tercerización’ en Ciadea. Antes, los estatales frenaron la rebaja de los adicionales. No sólo en Fiat, sino en Ciadea, en Luz y Fuerza, en el SEP, en el movimiento de los desocupados, está surgiendo una nueva vanguardia obrera.