Políticas

25/10/2001|726

En Mercedes se profundizó una tendencia

¡Fuera el presupuesto “0” del municipio! Fue una consigna central de nuestra intervención política.


A la desocupación le opusimos el subsidio de 500 pesos y mostramos cómo una municipalidad podría convertir tasas aplicadas a los grandes pulpos (bancos, telefónicas, peajes, etc.) en un factor de impulso de la obra pública, de planes de viviendas y mejoras de las barriadas obreras.


Recorrimos casa por casa en las barriadas obreras a llamar a defender ese programa y, en la medida que avanzamos, fuimos nutriéndonos de aliados para la lucha por la “tarifa social” de consumo eléctrico.


Demostramos que las comisiones de fomento barriales deben ser superadas por un nuevo tipo de organización barrial, con derecho a veto sin regimentación del Estado.


En suma, pudimos agotar cada debate público derrotando en el terreno ideológico a las corrientes patronales, demostrando que un gobierno obrero y socialista era la respuesta más pragmática a la crisis.


Es así que por primera vez tuvimos la posibilidad de medir casi estadísticamente quiénes nos votaron y el balance es que la homogeneidad de la votación tiene que ver con la existencia real de un partido, que resuelve la contradicción entre el “izquierdismo” petardista e intelectual y el “luchismo” movimientista.


En las tres escuelas que concentran la mayoría de los desocupados “crónicos”, los votos del PO llevaron al segundo lugar, disputando una relación 2 a 1 con el PJ.


Desde este comité abrimos una actividad en Suipacha, que debutó con el 6% de adhesión. Junto a 800 votos en Luján, 500 en Chivilcoy, 1.500 en Junín, las nuevas relaciones en Areco y Chacabuco, configuran una nueva región de reagrupamiento clasista, que obliga al llamado a un congreso regional para dar otro paso.


Antidemocracia


Una última cuestión, no menos importante. En la provincia de Buenos Aires existe la aplicación de una fórmula denominada “cociente proporcional” para adjudicar las representaciones ante la Legislatura como en los concejos deliberantes y consejos escolares. Se dividen los votos positivos emitidos por la cantidad de representaciones en disputa y se obtiene un “piso” de reparto. En casos como Mercedes, Chivilcoy, Luján, etc., donde se votan por nueve concejalías, el cociente es del 11,1%, los que no llegan a ese piso quedan fuera de toda posibilidad. Una vez obtenido ese cociente se divide el mismo con aquéllos que los superan, luego se reparten los restos correspondientes y si aún faltan repartir, lisa y llanamente se le adjudican al primero en su totalidad. Vale decir, que no existe ninguna proporcionalidad. Cuanto más partidos logran aproximarse, mayor es la concentración en el primero.


En el caso de Mercedes, el PJ con poco más del 30% de los votos podría obtener 7 concejales; la UCR con el 15%, 2 representantes y el PO (terceros con más del 10%) sin nada o repentinamente con 2. Se impone el recuento definitivo con el máximo de supervisión, ya que a nuestro juicio existen irregularidades en los datos extraoficiales, con lo cual por 50 votos se pueden ganar o perder esas 2 representaciones. Otro dato: el PJ se adjudica con ese 30% (y esto es definitivo la totalidad de los consejeros escolares.


Mandato


El voto de 2.600 trabajadores es una pesada responsabilidad. Pero cuando un partido llega a conmover a la opinión pública con una excepcional elección debe valerse de ese mandato para ejecutar las tareas que le fueron encomendadas.


Difundiremos una carta abierta a la ciudadanía y los trabajadores para abordar cada reclamo en recorridas barriales y zonales publicitadas.


Debemos desenvolver una férrea oposición política ante el mismo Concejo Deliberante y proclamar el imperioso derecho de esta importante minoría.


Convocaremos un gran Congreso Regional. Un “adelanto” de una Asamblea Municipal Constituyente.