Políticas

9/10/2003|820

En Nueva York, Lavagna “arregló” con las Afjp

“El ministro de Economía, Roberto Lavagna, decidió ayer bajar el tono de su enfrentamiento con los referentes del sistema jubilatorio de capitalización, y aseveró que con las Afjp ‘se puede discutir un bono par, o cuasi par, más a largo plazo.’ Así, el funcionario admitió la posibilidad de que los efectos de la reestructuración de la deuda pública se aminoren para los futuros jubilados, ya que se respetaría (al menos en su mayor parte) el valor nominal de los títulos en poder de las administradoras, a cambio del alargamiento de los plazos de pago. Esa es una de las condiciones bajo las cuales las Afjp aceptarían renegociar la deuda. Los directivos piden también que se otorguen garantías reales de cobro y reconocen que aceptarían reducción en las tasas de interés y períodos de gracia.”


Esta información del diario La Nación (7/10) revela que, después de haber rescatado al FMI y a los bancos, el gobierno quiere salvar el negocio de la jubilación manejado por la banca nacional e internacional. El bono par sin quita nominal pero con menor tasa de interés y mayores plazos, fue una parte de la negociación que Lavagna mantuvo en EE.UU. con los principales banqueros del Citibank y del grupo Santander. Esa alternativa fue planteada por Luis Pagani, de la AEA, la cámara que agrupa a la gran burguesía nacional (Arcor, Techint, Clarín). “Esa (la de las Afjp) es la parte más delicada de la reestructuración de la deuda… Esos títulos deben tener un tratamiento especial por parte del gobierno, sostuvo Pagani” (Infobae, 29/9).


El bono par con menor interés y más plazos repartiría en un período más largo la pérdida jubilatoria que tendrían los trabajadores afiliados a la jubilación privada y permitiría a las Afjp presentarse como defensoras “del capital acumulado de sus afiliados” y, más que nada, del negocio.


Todo esto se completaría con una resolución de la Superintendencia de Afjp que establece que los comités de inversión de las Afjp deben estar separados físicamente del resto del grupo económico y contar con personal exclusivo. Esta medida inocua – ya aceptada por los bancos – , el gobierno y la centroizquierda la presentan como revolucionaria.


Finalmente, el gobierno cambiaría el régimen de comisiones de las Afjp. En lugar de cobrar las comisiones sobre el aporte se cobrarían sobre el fondo acumulado. Como los aportes suman 300 millones de pesos mensuales y el fondo más de 40.000 millones de pesos, la comisión quedaría disimulada, lo cual le permitía a las Afjp decir que no cobran el 30% del aporte sino apenas el 0,3% del fondo mensual y así quedarse con una diferencia. El 30% de los 300 millones de aportes son 90 millones mensuales (casi 1.200 millones anuales), mientras el 0,3% mensual de 40.000 millones suma 120 millones (casi 1.500 millones anuales). Este incremento de las comisiones se debe, entre otras cosas, a que también pagarán comisiones los que no aporten, sea porque estén desocupados o “en negro”. Como el fondo, además, es creciente por los nuevos aportes o la inflación, las comisiones podrían crecer aun más o seguir cobrando lo mismo pero anunciando “rebajas” en el porcentual de comisión. Una verdadera estafa.