Políticas

4/11/2010|1153

En Río Gallegos como en Barracas

Patoteo de la Uocra: los responsables son SEC, CGT y el gobierno

A las 17:15 del jueves 28, una patota de 60 integrantes de la Uocra, armados con palos y barras de metal, golpeó brutalmente, en las inmediaciones del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), a un grupo de unos diez militantes del Partido Obrero y a varios representantes de la Lista Verde de empleados de comercio, que se encontraban en el interior del gremio reclamando su derecho a participar de las elecciones que estaban convocadas para el viernes 29 y que hasta ese momento se realizaban igual, desconociendo el duelo de esa jornada.

La delegación del PO estaba respaldando el reclamo de democracia sindical.

El ataque, filmado por numerosos periodistas presentes, salió al aire en directo por Cadena 3, una de cuyas periodistas fue agredida, y dejó una docena de heridos leves.

La llegada de la patota a los gritos de “borombombón, los sindicatos son de Perón”, garrote en mano, fue un calco de la escena que filmó C5N en Barracas, cuando asesinaron a Mariano.

A la cabeza de la patota estaba el interventor en la Uocra, García. El secretario de la UTA y de la CGT local, Rubén Aguilera, unos minutos antes nos había dicho que, si no nos íbamos, “podíamos tener problemas”. El abogado del SEC, Roberto Saldivia (que también sería abogado de Lázaro Báez), expresó: “Si no se van ya sé lo que tengo que hacer”.

Claudio Silva, el secretario del SEC, ha declarado que “no sabe cómo llegaron los de la Uocra”, tratando de desmarcarse ante la gravedad de los hechos. No puede explicar por qué le franquearon la puerta a patoteros de Uocra para que desalojen a trabajadores afiliados de hace años al SEC, que reclamaban pacíficamente, lo que hasta documentó la propia policía.

La policía no intentó frenar a la patota y, luego de los acontecimientos, los dejó ir sin detener a nadie. Los policías daban a entender que contra ese grupo no pueden actuar.

Varios manifestantes heridos debimos refugiarnos en una radio cercana y rápidamente nos reorganizamos para llevar a los dos compañeros que tenían cortes en la cabeza al hospital, para que les hagan las curaciones.

Todos los afectados de la Lista Verde de empleados de comercio y del PO llegamos enseguida a la comisaría y realizamos las denuncias que el Juzgado Penal 1 de Río Gallegos recién está caratulando hoy, 2 de noviembre.

El 1º de noviembre se realizó una conferencia de prensa que desbordó el local del Partido Obrero por la presencia de empleados de comercio, docentes y simpatizantes del Partido. Asistieron un concejal de Encuentro Ciudadano, dirigentes de Adosac filial y provincial, de la Lista Azul docente, de la Coalición Cívica, de movimientos de derechos humanos, del MST, de un gremio independiente de taxistas y de la Lista Negra de ATE.

Allí se acordó presentar un pedido conjunto de audiencia con el gobernador Peralta, para que se expida al respecto.

Es que el gobierno ha mantenido absoluto silencio sobre la situación, siendo que la patota en cuestión está en la primera fila en todos los actos oficiales y es usada como grupo de choque por el gobierno cuando hay sesiones en la Cámara de Diputados.

La patota está compuesta por personas que cobran sueldos en empresas amigas del poder, pero que no prestan servicios y se limitan a “fichar en la Uocra”.

Los diarios han reflejado los hechos y luego han difundido nuestra conferencia de prensa y el pedido de audiencia.

El día 2 nos presentamos con una delegación en la Casa de Gobierno y fuimos recibidos por el ministro Martínez, ante quien reiteramos la necesidad de que sea el gobernador quien nos reciba.

El ministro prometió citarnos a la brevedad. La entrevista duró dos minutos, estando presente también un dirigente de la CTA.

La única diferencia entre las patotas de Santa Cruz y las de Buenos Aires es que acá los vínculos del poder, la burocracia y la patota están a la luz del día y son conocidos abiertamente por todo el mundo.

Las muestras de solidaridad han llegado hasta del radicalismo y del obispo.

Entretanto, el 1º de noviembre se hicieron las elecciones con lista única en empleados de comercio. La Lista Verde llenó los supermercados con carteles que llamaban a “no ir a votar a la patota sindical de Silva”.

La abstención ha sido masiva y la elección sigue en crisis por los recursos legales pendientes. Las autoridades del SEC exhiben con orgullo que habría votado un 16% del padrón de 3600 afiliados, lo cual -por los datos concretos de los lugares de trabajo- resulta completamente inflado. Decenas de compañeros llamados a votar se negaron a hacerlo. La burocracia de Silva ha sido deslegitimada por los compañeros de comercio.