Políticas

10/3/1994|413

Entrevista a Altamira

P: ¿Cuál es su visión de la coyuntura política nacional?


R: Asistimos, de un lado, a un desarrollo de la tendencia abierta por el santiagueñazo, que se caracteriza por una creciente deliberación política en la base del movimiento de los explotados y el recurso a la acción directa. Lo prueban así los congresos de delegados que se han registrado en distintas provincias; la continuidad de la movilización en Santiago; y el comienzo de movilizaciones en Santa Fe. Por el otro lado, se ha producido una brusca agudización de la crisis económica y política internacional, que tendrá consecuencias mortales sobre el “plan” Cavallo. Las crisis en los mercados internacionales de títulos y acciones; la guerra comercial de Estados Unidos con Japón y Europa; la inminente devaluación de la moneda alemana; y, en otro plano, el derrumbe de Yeltsin, la brutal crisis en Palestina, el levantamiento de Chiapas y la bancarrota económica en Venezuela; deberán socavar las bases económicas del gobierno menemista y obligar a la burguesía nacional a operar un recambio de línea, tanto económica como política.


En estas condiciones, asistimos a un operativo del imperialismo para valerse del centroizquierdismo como factor de contención de la crisis. Esto se puede apreciar con la socialdemocracia alemana, el PRD y el EZLN, en México; el armado de un frente en Brasil con Henrique Cardozo y, en segunda instancia, Lula; en Uruguay, con el partido de Batalla y eventualmente el FA; y en Argentina, ordenando a Alfonsín a pactar con Menem y, en la rerserva, impulsando al clerical Frente Grande.


Lo que tenemos planteado en orientar el ascenso de masas que sobrevendrá como consecuencia de la presente crisis y disputarle su dirección a las variantes de recambio izquierdistas del imperialismo.


P: ¿Qué opina del pacto Menem-Alfonsín y la Constituyente?


R: El objetivo del pacto Menem-Alfonsín y de la Constituyente es reforzar al gobierno privatizador y rematar la ofensiva contra los trabajadores y sus conquistas históricas. Es una solución de arbitraje entre distintas fracciones de la burguesía. Hay que decirle a las masas que la finalidad de la Constituyente es sancionar la “reforma laboral” y la esclavitud capitalista más completa.


P: ¿Cómo valora el surgimiento del FIS?


R: Hasta ahora el FIS no pasa de ser un limitado experimento electoral, cuando lo que está planteado es que constituyamos un Comando o Frente de Izquierda para darle una dirección revolucionaria a las luchas populares. Habrá que ver si podemos superar estas limitaciones durante la campaña. El FIT no sobrevivió a las elecciones del 3 de octubre y desapareció sin servir como instrumento de organización y movilización de la vanguardia de los trabajadores. Los militantes del Partido Obrero nos empeñaremos para que la campaña electoral tenga un carácter frentistas y revolucionario, es decir, no electoralero.