‘Error’ y contradicción

Después de dos décadas


Con el título “Error”, La Verdad Obrera N° 593 publica una crítica a mi intervención en la frustrada reunión de la Comisión Penal a la que Nisman no llegó con vida. El PTS, livianamente, dice que la reunión se transformó en una conferencia de prensa del PRO. En rigor, había cinco bloques de derecha, mientras que los demás resolvieron no participar.


 


El Partido Obrero resolvió intervenir para fijar su posición frente a una crisis política de magnitud, tal como la que comenzaba en ese momento; y no compartió el boicot del kirchnerismo, en particular, y del resto de la oposición, quienes se escondieron para no dar una definición política. El PTS se plegó al boicot de los encubridores.


 


La oportunidad era inmejorable e imperdible para los revolucionarios, puesto que se trataba del marco de una comisión de la Cámara de Diputados de la que somos parte. Y en ella denunciamos la ausencia de los demás bloques.


 


El PTS publica los puntos que leyó Patricia Bullrich de un breve documento del que no fuimos firmantes. Sin embargo, apoyamos los aspectos centrales de esos puntos totalmente reivindicables: preservación del equipo y seguridad para los empleados de la fiscalía de Nisman, preservación de las pruebas que el fiscal habría presentado, garantías constitucionales en la designación del fiscal que siga la causa Amia e investigación sobre la muerte de Nisman.


 


Pero el PTS oculta (y deforma) la posición que expusimos. Planteamos como eje el desarrollo de una grave crisis de Estado y la interpelación del gabinete nacional por parte del Congreso, un eje político que hemos desarrollado hasta este momento para que el gobierno rinda cuentas, para que todas las fuerzas políticas se pronuncien y para abrir una deliberación que promueva la intervención popular en la crisis a partir de una clarificación. El PTS pone en boca nuestra el planteo de “formación de una comisión independiente” (su planteo), cuando, en cambio, reclamamos la apertura de todos los archivos referidos a la causa Amia.


 


Resulta notable, sin embargo, que Del Caño concurriera a la siguiente convocatoria, también frustrada, de la misma derecha de Patricia Bullrich, como presidenta de la Comisión Penal: la interpelación a Sergio Berni, quien estaba con vida (a diferencia de Nisman) pero que tampoco se hizo presente. Entonces el PTS corrigió su propio error y participó de la reunión, la cual, informal y sin quórum, también podría reputarse como una “conferencia de prensa”, en este caso el PRO y varios otros que corrigieron su faltazo del lunes.


 


El PTS se equivoca, deforma y profundiza sus intrigas en función de toda una orientación distraccionista como es la de una “comisión independiente”. La que no tendría poder alguno y desviaría del eje de golpear sobre las responsabilidades del gobierno y de todo el régimen político a lo largo de 21 años de impunidad de la Amia y en 30 años de gobiernos basados en los servicios. Ahí tiene que golpear el Frente de Izquierda como alternativa política de los trabajadores, porque la cuestión del Estado de Inteligencia contra el movimiento popular, atado al imperialismo y a los intereses capitalistas plantea la cuestión del poder.


 


La ‘pasión’ del PTS por la “comisión independiente” contrasta con el hecho de que todavía no condenó los atentados que se deberían investigar (el de la Embajada y el de la Amia); está atrasado 23 y 21 años. El PTS, luego de dos décadas de rechazar las investigaciones (porque primero correspondía condenar el hecho susceptible de investigación), se suma a la histeria desatada por los medios opositores, con Massa y Macri a la cabeza de los encubridores, frente a la muerte de Nisman. El propósito de todo esto vuelve a ser, como no deja de serlo nunca, el ataque faccioso al PO y montar cualquier operación contra el Frente de Izquierda.