Políticas

10/3/2021

Es oficial la ruptura del PJ en Tucumán

En las últimas horas tuvo su primer desenlace una disputa que se venía cocinando hace unos cuantos meses. El bloque del Partido Justicialista en la legislatura se terminó rompiendo alrededor de la elección del nuevo Defensor del Pueblo de la provincia. El gobernador Manzur proponía la continuidad del actual defensor, pero la legislatura dominada por su vice Osvaldo Jaldo termino eligiendo otro candidato, uno que responde directamente a este último.

Luego de la sesión en el recinto, que termino consagrando la división, los legisladores que responden a Manzur armaron un bloque aparte que quedo en minoría. El gobernador cuenta con 11 legisladores y el vice con 22, todavía faltan algunas definiciones. Para conseguir la mayoría necesaria para consagrar al Defensor del Pueblo, Jaldo recurrió a dos legisladores de Cambiemos en la provincia, a los alperovichistas y a dos del bloque del defensor de genocidas, Ricardo Bussi. Es relativamente común en la legislatura de Tucumán –como en otras- la compra de voluntades. Es un secreto a voces que Bussi juega para algunas de las alas del PJ en función de sus necesidades financieras. Los legisladores de Cambiemos que votaron con el bloque ganador responden uno a Cano y el otro a Silvia Elías de Pérez, o más bien respondían, lo veremos con el tiempo.

La división del PJ trae también cola en los otros bloques. El bussismo habría expulsado a los legisladores que votaron con Jaldo, por supuesto que esto es provisorio, no queda claro hasta qué punto estaba todo pactado. Lo mismo ocurre con el radicalismo. El Intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, alzó la voz con los que se sumaron a la interna pejotista. Lo que se juega a las claras es la propia interna radical. Un sector del centenario partido quiere ir a una alianza con el bussismo para disputarle a Manzur las próximas elecciones, lo que puede causar también el rompimiento del partido Radical.

Las acusaciones entre legisladores de los distintos bandos abarcaron desde imputar de bussitas unos a otros hasta sacar trapitos al sol de denuncias de narcotráfico y demás. Es evidente que todos tienen razón, nadie en la legislatura de Tucumán está libre de culpa y cargo.

El trasfondo de la ruptura

Manzur fue elegido gobernador hace apenas un año y meses, todavía le quedan unos tres años de mandato, pero la disputa con su vice se desarrolla alrededor de la reelección. ¿Por qué una pelea tan anticipada?

La constitución provincial fue reformada en el 2006. El presidente de esa asamblea era justamente Manzur y allí se pactó la reelección del gobernador y demás cargos electivos solo por un periodo, es decir ocho años en el cargo. En aquel momento, la Asamblea Constituyente se desarrolló en el marco de una pelea de Alperovich con su vice Fernando Juri. Sucede que ahora Manzur le habría pedido a Alberto Fernández su aval para una nueva reforma de la constitución y esto llegó a oídos de Jaldo, lo que desato la interna. Jaldo pretende que Manzur le asegure ahora el legado para dentro de tres años y el gobernador se niega a quedarse sin la gallina de los huevos de oro. Los cargos ejecutivos en las provincias son los que manejan mayor presupuesto y dan lugar a los mejores negociados.

Luego de la controvertida sesión en la legislatura, siguieron los estertores de la ruptura. Funcionarios de casa de gobierno y de distintas reparticiones públicas fueron echados y se preparan más recambios. Manzur le exige a delegados comunales e intendentes que elijan un bando, so pena de quedarse sin los fondos provinciales. Por otro lado, Jaldo hace uso de la caja de la legislatura para armarse de concejales en distintos municipios. Sin reelección, el candidato que mejor se prepara para el 2023 es el actual vice.

Los trabajadores en el medio de una pelea de camarillas

Ya se avizoran problemas con la llegada de fondos nacionales para obras en la provincia. ¿Qué municipios se harán acreedores a estos fondos? Seguramente aquellos que respondan al gobernador. El pueblo tucumano es rehén de una nueva interna partidaria. La provincia se convierte día a día en un territorio cada vez más hostil a los trabajadores, San Miguel de Tucumán figura en los primeros lugares de las peores capitales de provincia para vivir en Argentina. La pandemia ha hecho desastres con más de 75.000 contagiados y pérdidas de puestos laborales en todos los rubros.

El peronismo gobierna desde la vuelta de la democracia, es decir, hace casi 40 años. Se trata de un régimen en contra de los trabajadores y que ha beneficiado solo a unos pocos. Cuando los de arriba se pelean surgen grietas por donde la clase obrera puede conseguir hacer valer sus reivindicaciones, manos a la obra. Que sean ellos los que paguen esta crisis.