Esperando el “papelito”
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Algunos compañeros del Cuerpo de Delegados han centrado toda su estrategia para la organización de un nuevo sindicato en la espera de una resolución favorable del Estado a un pedido de formación de un nuevo sindicato en el Subte.
Para ellos hay que postergar la orden de “largada” a pelear por el salario, por el reconocimiento de los luchadores y por todas las reivindicaciones pendientes, hasta después de que el Ministerio de Trabajo les entregue “el papelito”.
El pedido al ministerio se hizo con el desconocimiento de la mayoría del Cuerpo de Delegados, por un grupo de compañeros cuyos nombres desconocemos, ligados al delegado Roberto Pianelli.
El sindicato, los pasos y los métodos
Para obtener la autorización del Estado para la creación de una nueva organización gremial, hay que presentar una junta promotora de la asociación y un proyecto de estatuto. El Estado acoge el pedido cuando declara a la asociación como “simplemente inscripta”. A partir de entonces se abre un plazo de afiliación al nuevo sindicato, por el periodo de seis meses, para demostrar que, en el ámbito laboral del Subte, esta “simplemente inscripta” tiene mayoría de afiliados. Si estos pasos se cumplen positivamente, el ministerio puede habilitar el reconocimiento de la personería gremial del nuevo sindicato. El nuevo sindicato podrá firmar convenios de trabajo y obtener el derecho a que se descuente por recibo de sueldos la cuota sindical.
Hay en la actualidad, en el Ministerio de Trabajo, 2.317 presentaciones de “simplemente inscriptas” en distintos pasos de reconocimiento y el gobierno está alargando los reconocimientos, pues en cada caso encuentra el abierto boicot de la burocracia de los gremios que no quieren perder afiliados.
La postergación de la lucha por el salario y el reconocimiento de los verdaderos representantes del Subte no puede quedar a la espera de un “papelito” presentado a espaldas de los trabajadores que desconocen desde los nombres de la Junta Promotora hasta los estatutos que presentaron. Hay que salir a luchar por las reivindicaciones, convocar a elecciones de delegados y serruchar el poco espacio, sin embargo intolerable, que tiene la burocracia de la UTA.
