Políticas

30/3/2017

Espionaje policial contra los trabajadores de los hospitales porteños

Infiltraron agentes durante medidas gremiales en el Garrahan y el Gutiérrez.


Dos graves hechos de infiltración y espionaje policial tuvieron lugar en los Hospitales Garrahan y Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires.


 


En el Garrahan, durante una concentración que tuvo lugar en la puerta del hospital en el marco del paro de ATE, la Dirección del hospital envió efectivos de la Policía Federal a pedir datos de los trabajadores que participaban de la protesta.


 



 


 


El episodio no constituye un hecho aislado. Un día antes, durante un plenario general del Hospital Gutiérrez, ingresó la Policía de la Ciudad con los mismos fines.


 


 



 


Según explican los representantes gremiales en un comunicado: "(el policía) Entró al Aula Magna donde se desarrollaba la asamblea y empezó a contar la cantidad de gente presente. Las coordinadoras del plenario se acercaron para preguntarle qué estaba haciendo. Se presentó como ´un principal´. Le insistieron para saber de qué Comisaría venía. Después de varios minutos de insistencia, el agente respondió que lo habían enviado sus superiores de la Comisaría 21 (la que corresponde al Hospital), para que se fijara ´cómo estaba la cosa en la asamblea´ y que contara la cantidad de gente presente. Antes de retirarse le pidió a la Secretaria de la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños que le diera sus datos personales". 


 


El intento de amedrentar a los trabajadores mediante el envío de las fuerzas represivas también estuvo presente como arsenal del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con la Policía Bonaerense recorriendo las escuelas para amenazar a los docentes en huelga consultando a los directivos el motivo de la falta de actividades, preguntando porcentajes y listados de adherentes.


 


Estas infiltraciones no pueden haberse realizado sin una orden política que las oriente. En medio de un reguero de luchas en defensa de las condiciones de vida de los trabajadores, los gobiernos se valen de las fuerzas represivas del Estado para cercenar el derecho democrático a la protesta. 


 


Fuera la represión y el espionaje contra los trabajadores.