Está bien lo que dicen respecto de Nelson Castro y demás, pero intuyo que no tienen mucha idea de lo que ocurre en el interior del país. En mi provincia (Corrientes) se da la particularidad -que en rigor resulta extendible a otros distritos del Norte argentino de similar conformación política y social- de que los factores de poder dominantes están consustanciados con el Estado, sin mediaciones de ninguna índole. Ese carácter prebendario de las burguesías bananeras del Norte determina que en lo que refiere a los medios, la sustentabilidad económica de las empresas “periodísticas” sea directamente proporcional a la obsecuencia con los gobiernos de turno. Ni la crítica más banal -esa que se hace con el afán de disimular, de mantener cierto “equilibrio ecológico”- es concebible en ese marco. Y claro, se respira una atmósfera oscurantista parangonable a la Argentina en tiempos de Videla. Hagan la prueba y dense una vueltita por aquí. (De paso: no conozco a ningún correntino que sea del PO, lo cual acaso no hable bien de los correntinos, pero tampoco es un dato auspicioso para ustedes.)

Saludos,

Guillermo González del Castillo