-Exclusivo de internet

El PO presentó al Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba el reclamo de que juzgue al intendente Giacomino e inicie el proceso de su destitución.

Las razones sobreabundan. El mismo día que el PO hacía la presentación, murió Estefanía Puechagut, de 24 años, luego de una semana de agonía como resultado de un traumatismo de cráneo producido por el derrumbe de una pared de un edificio en construcción en el barrio de Nueva Córdoba. Es la quinta víctima fatal en el año: cuatro obreros de la construcción, que trabajaban en otros edificios, también fallecieron por este tipo de siniestros.

Un informe posterior reveló que el 40% de las obras privadas en la ciudad de Córdoba no cumplen con las medidas de seguridad. A su vez, el cuerpo de bomberos informó que debe concurrir a entre diez y quince llamados mensuales por derrumbes o deslizamientos en obras en construcción.

Unas semanas antes, Giacomino tuvo que desistir de entregar el procesamiento de la basura a la empresa norteamericana Innviron, rechazada abiertamente por los vecinos de Ituzaingó y Toledo (donde querían instalarla) por su carácter contaminante.

A estos dos hechos se suma liberar líquidos cloacales en el río Suquía, la venta de tierras del Estado beneficiando a empresas amigas, vaciamiento de la empresa municipal de transporte, quiebra de la educación, etc., etc.

Toda la acción del gobierno está plagada de irregularidades con un costo muy serio para la vida, la salud y el bolsillo de la población.

Giacomino fue a fondo en colocar al municipio al servicio de los especuladores inmobiliarios y los empresarios amigos; pero su gobierno no tiene sostén en el Concejo Deliberante, sólo cuenta con un bloque de cuatro concejales sobre 30. En realidad, ningún partido tiene el control del Concejo. La mayoría simple asegurada por ley para el partido que gane, Giacomino la perdió como resultado de la quiebra del juecismo y la crisis abierta con la pelea de las retenciones; hoy hay siete bloques en el Concejo.

Pero este intendente sin sostén propio consiguió rápidamente aliados. Representantes de todos los bloques salieron (antes de recibirlo) a rechazar el reclamo del PO porque afectaría la “institucionalidad” de la Ciudad. En nombre de la defensa de la institucionalidad, lo que han hecho los concejales es liquidarla.

Los concejales opositores despotrican diariamente contra el intendente en los medios de comunicación para congraciarse así con el humor popular, pero adelantaron su decisión de renunciar al derecho y deber que tienen de controlarlo y juzgarlo. Se han convertido en cómplices y rehenes de un intendente sin sostén. Es que quieren que Giacomino siga haciendo el trabajo sucio: un nuevo aumento del cospel y del impuesto inmobiliario.

El Partido Obrero seguirá su campaña para que se vaya Giacomino junto a los estudiantes, trabajadores y ciudadanos que se movilizan cotidianamente contra los tarifazos, contra la destrucción de la salud y la educación, contra las muertes en las obras en construcción, que son la política cotidiana del intendente.