PO: ¿Cuál es la situación que constatan en la recorrida de escuelas?

RDP: encontramos una situación que ya conocíamos pero sorprende por la masividad, una bronca impresionante de los docentes contra la conducción celeste, hartazgo y deseo de renovación. Esto principalmente por dos aspectos: el retraso de la situación salarial -en particular lo mísero del último aumento-, y el vaciamiento del IPS que genera una gran preocupación, frente a la cual hay mucha confusión por la desinformación de la Celeste y de la Azul y Blanca sobre el tema. La bronca se expresa de dos maneras contradictorias: los que deciden votar a la Violeta-Marrón-Verde para terminar con la Celeste, y los que se han desafiliado. Si nos guiáramos por la tendencia que encontramos en las recorridas, la posibilidad de recuperar el Suteba puede ser realidad.

PO: ¿Qué obstáculos ves para que se materialice esa tendencia antiburocrática?

RDP: Vemos dos dificultades de distinta magnitud. Lo más importante es transformar esa tendencia a la renovación en una acción positiva, o sea en un voto efectivo. Que los docentes garanticen emitir su voto es fundamental, ya que la burocracia se esforzó en organizar un fraude disimulado cambiando multitud de lugares de votación, inflando el padrón, no entregandolo para saber donde se vota, etc. O sea que votar efectivamente el 10 de junio, se transforma en el primer paso crucial de la lucha antiburocrática. En este aspecto estamos centrando estas dos últimas semanas de campaña.

El segundo aspecto es la presencia de otras dos listas que se presentan como “opositoras” pero cumplen el rol de colectoras de la Celeste dividiendo el voto opositor: la Azul y Blanca -Lila que viene de estar seis años junto a la Celeste y ahora disimulan su pasado para evitar explicar que el vaciamiento sindical, la falta de asambleas y reuniones de delegados también ha sido responsabilidad de ellos que co-dirigieron, pero no solo eso sino que aún hoy conservan la Secretaría de Organización, quien tiene a su cargo el cuerpo de delegados. La otra lista es la Gris-Plata, cuyo único rol es “molestar” a la Violeta en las elecciones, así es hace tres elecciones. Luego no se los ve ni se los escucha hasta la próxima, o sea que no intervienen en ninguna lucha ni conflicto de los que se desarrollan en el distrito, plagado de problemas, de autoconvocatorias, y de luchas.

PO: ¿Qué avance significaría para los docentes que triunfe la Violeta-Marrón-Verde?

RDP: Sería la posibilidad de unir al distrito mas grande de la provincia al bloque de los sutebas combativos, y de recuperar la vida sindical con asambleas y reuniones de delegados. Es la posibilidad de encarar una lucha profunda en defensa del IPs y el régimen jubilatorio provincial, por el salario, por las reivindicaciones de la mujer trabajadora y por mejorar las condiciones de trabajo, enfrentando además la nueva reforma educativa que recae sobre la secundaria.

La Violeta-Marrón-Verde es una lista mayoritaria de delegados de escuela, de los que intervenimos cotidianamente organizando a los docentes, aún sin conducir el sindicato. Llevar esta expresión a la dirección del gremio, sería un gran salto para enfrentar la crisis capitalista y evitar que la crisis la paguemos los trabajadores y la educación.