En estatales, municipales, docentes, judiciales

Apenas comenzado el año, se ha abierto la discusión salarial en todos los gremios estatales. De nada valieron los argumentos esgrimidos por el gobierno y por las direcciones sindicales de que hay que “mantener los puestos de trabajo”, y no reclamar otra cosa.

En la base estatal se discute el aumento.

Los docentes largaron un paro de 24 horas para el inicio y un plan de asambleas. El reclamo “oficial” es del 15,5%, lo que no le impide a la burocracia declarar que evaluará “otras ofertas del gobierno”. Hasta ahora el gobierno ofreció 200 pesos en dos cuotas. La asamblea de delegados escolares de Capital votó (por 180 a 70) el reclamo del 30% de aumento y un plan de lucha que comineza con un paro de 48 horas.

Los judiciales han comenzado las asambleas reclamando el 25%; los legislativos reclaman el 30% y la equiparación con los judiciales.

En municipales de Capital (y también en algunas localidades del interior como La Falda) se están realizando asambleas por sector con abandono de tareas y cortes de calle. Se reclama el 25% para el año, pidiendo un 7,77% a partir de febrero.

2008 cerró con aumentos del 15/17% para los trabajadores provinciales, y del 20/25% para los municipales de Capital, cuando la inflación superó el 27%. El 2009 arrancó tarifazos en luz, agua, gas, y el impuestazo de Juez y Giacomino en Capital.

En el caso de los docentes (UEPC), las negociaciones se reabrieron ya a fines de 2008, cuando Nebreda fracasó en hacer pasar una suma en negro y por única vez de 300 pesos, ante una rebelión docente que amenazó con extenderse a toda la provincia.

Schiaretti ha dicho que no está en condiciones de cumplir con el miserable 8% de aumento salarial presupuestado por él mismo porque ha caído la recaudación. ¡Hace dos meses había pronosticado un crecimiento del 40% de la recaudación respecto al año anterior! Ahora que se le pincharon los pronósticos, ha decidido que la “variable de ajuste” sean los salarios mientras deja intactas el pago de la deuda usuraria y los beneficios impositivos y subsidios a las patronales de la industria y del campo. Para completarla ha mandado al menemo-cavallista Giordano, el interventor de la Caja de jubilaciones, a amenazar con el pago en bonos.

Frente a la crisis de la recaudación el gobierno provincial golpea a los trabajadores congelando los salarios de los estatales y, al mismo tiempo, resintiendo los servicios de salud, educación y obras públicas. En Capital, el impuestazo de Giacomino se trató de justificar con el “alto” porcentaje que se llevan los trabajadores del presupuesto. Incluso Daniele, secretario general del Suoem, salió a defender el revalúo con este argumento. Pero Giacomino ya salió a plantear que sólo hay un aumento del 5%.

Ante estos planteos, las direcciones sindicales, alineadas con Schiaretti y con Giacomino han salido a decir que “hay que ser responsables en los reclamos”.

Las direcciones que nunca prepararon a los trabajadores para la crisis, ahora enfrían los reclamos. Pero la salida es exactamente la opuesta. Aumentar los salarios, llevando el mínimo al nivel de la canasta familiar. Exigir el desconocimiento de la deuda usuraria y eliminar las exenciones y subsidios al capital, todo ello es tirar plata en un barril sin fondo.

Hay que exigir la convocatoria a la asamblea general y al plenario de delegados, por gremio y de conjunto. Ante la situación que se ha abierto la participación de cada compañero es esencial. El reclamo es aumento de emergencia del 30%; salario mínimo igual a la canasta familiar; blanqueo de las sumas en negro; 82% móvil, restitución de la ley 8024.

Jorge Navarro