Políticas

19/8/2010|1142

Telecom Italia: se cayó una apuesta estratégica de los K

-Exclusivo de internet

El acuerdo entre Telecom Italia (TI) y los burgueses nacionales del grupo Werthein para seguir compartiendo la propiedad de Telecom Argentina descolocó al kirchnerismo, que aspiraba a ingresar a la empresa, y responde a la situación abierta por la crisis mundial.

Hay que recordar que los españoles son los principales accionistas de Telecom Italia, donde entraron en abril de 2007 con el objetivo de impedir que otro pulpo -el mexicano Slim o el yanqui ATT, concretamente- la comprara y le creara un nuevo frente de competencia en Europa y América Latina. Este era el objetivo central para Telefónica y subordinó al mismo los conflictos regulatorios que su presencia en Telecom Italia le abrieron en Argentina y Brasil.

En estos tres años, los españoles se negaron a completar la compra de Telecom Italia por tres razones: uno, ésta es una empresa en quiebra, asfixiada por sus deudas, que ascienden a los 34 mil millones de dólares y que le resultan impagables; dos, el gobierno de Berlusconi se opone a que la red de telefonía fija propiedad de Telecom Italia pase a manos extranjeras (lo que sí sucedió en la Argentina con la privatización de Entel); y tres, Brasil advirtió que de hacerlo, los españoles deberían vender TIM, la empresa de celulares de Telecom Italia, con el riesgo de que cayese en manos de la competencia.

Mientras tanto, los italianos siguen pagando dividendos a sus accionistas, incluido Telefónica, al tiempo que renegocian su deuda y acuerdan con la burocracia sindical italiana el despido de 4.000 trabajadores en el plazo de un año. Telefónica también tiene una deuda astronómica, del orden de los 48 mil millones de dólares. De conjunto, “las empresas europeas vuelven a ver a América latina como una tierra de promisión, capaz de compensarlas del drástico ajuste que se verifica en el viejo mundo” (La Nación, 6/8). Ante la crisis económica mundial, que ha llevado a que las deudas se vuelvan impagables para muchas empresas; accionistas, acreedores y deudores ven en el incremento de la expoliación de los países semicoloniales la vía para lograr más ingresos (Wall Street Journal, 14/6). En su reciente balance de los primeros seis meses del año, los analistas concluyeron que el 67% de los ingresos de Telefónica de España provienen de América latina (Cinco Días, 30/7). La pretensión de los pulpos es que los consumidores y los trabajadores telefónicos de esta región paguen sus quiebras.

En este cuadro llegó el acuerdo entre Telecom Italia y Werthein, que según algunos analistas provocó “un vuelco importante” en la posibilidad de recuperación de los italianos y permite hablar de la “renegociación” de la presencia de los españoles en la italiana (La Nación, 10/8). Así, la supervivencia de Telecom Italia está atada a la suerte de sus filiales TIM y Telecom Argentina (El Economista -España-, 25/2; Cinco Días -España-, 14/4). Por primera vez desde 2001, Telecom Argentina va a repartir nada menos que 350 millones de dólares en dividendos a fin de año. Además, las filiales de Argentina y Brasil usan el cable submarino propiedad de los italianos, que une América del Sur y Europa, para las comunicaciones e internet, por lo que le pagan grandes sumas a la casa matriz.

La dupla Telecom Italia-Werthein se plantea ahora un plan de crecimiento afuera de la Argentina. Telecom Argentina es dueña de la empresa de celulares de Paraguay y estaría viendo nuevas alternativas (El Cronista, 6/8). Esta política es favorecida por una parte de la gran banca, como el Credit Suisse (Cinco Días, 1/4), el mismo banco que asesoró el acuerdo entre TI y los Werthein. “Hay espacio para un tercer operador en América Latina”, dice Werthein (Perfil, 8/8), planteando un desarrollo independiente de Telefónica y Slim.

El ingreso de Telefónica de España en Telecom Italia abrió una oportunidad a los Werthein de mejorar su posición en Telecom Argentina y al gobierno, por intermedio de los Werthein, para hacerse de una infraestructura inmensa para transmitir telefonía, televisión e internet con la que competir con Clarín. Pasaron tres años desde que los Werthein denunciaron que el ingreso de Telefónica de España en Telecom Italia provocaba una situación de monopolio. Ahora dicen que con el acuerdo con los italianos, “Telecom Argentina es totalmente independiente” de los españoles (Clarín, 6/8). La voltereta de los Werthein ha sido notable y, según explicó uno de sus miembros, se debió a las presiones del gobierno (Perfil, 8/8), que empleó hasta los servicios en pos de su objetivo (La Nación, 6/8). Los Werthein, financistas al fin, siguen pensando en vender su parte, sólo que sin la compañía del kirchnerismo y “a precios de mercado” (Perfil, ídem) a los italianos.

Al kirchnerismo le queda la opción de no aprobar el acuerdo en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). Pero deberá sopesar que esa decisión entraña pelear contra su política más general de acercamiento a los mercados financieros y el Club de París, del que Italia forma parte. Además, otros factores podrían pesar en contra, como que Werthein es el mismo que trajo el año pasado al ex presidente norteamericano Clinton a la Argentina, en una gira de apoyo a los K y presume de su relación personal con él (Perfil, 8/8). Dado que Clinton es un lobbysta internacional del gran capital norteamericano, incluido el vinculado a las telecomunicaciones y la tecnología, detrás del acuerdo Werthein-Telecom Italia podría haber una intervención más eneral del capital en torno a las telecomunicaciones.

Telecom podía jugar “un rol clave en la ley de medios” (Clarín, 6/8), porque su red cubre la mitad norte del país y podía ser el vehículo para todo tipo de contenidos, en todo tipo de formato y paquetes comerciales. Ahora, con la caída de esta posibilidad, hay que ver si al kirchnerismo le alcanza con la televisión digital estatal para enfrentar a Clarín o incluso Telefónica. Algunos analistas creen ver en esto el camino hacia una tregua entre el kirchnerismo y Clarín (Perfil, 30/7).

De allí que los portavoces del kirchnerismo, como Verbitsky, dan una chance a la aprobación del acuerdo Telecom Italia-Werthein (Página/12, 8/8). Una autoridad de la CNDC dijo que “los convenios de empresas están subordinados al interés general, que, a su vez, es protegido en la Ley de Defensa de la Competencia. Tenemos que analizarlos y podemos rechazarlos si perjudican a los consumidores”. Telefónica sigue siendo el principal accionista de Telecom Italia; Telecom Italia ahora tiene mayoría absoluta en Telecom Argentina; se cayó la posibilidad de que Telecom Argentina ponga su red al servicio de la pelea política del kirchnerismo. Ese “si perjudican” suena a bastante poco.