Orlando Argentino González, testigo de la causa del campo de concentración “Arsenal Miguel de Azcuénaga” que se tramita en Tucumán, permaneció desaparecido durante casi 24 horas el pasado 26 de mayo.

González, obrero del azúcar sin antecedentes políticos, había sido secuestrado en mayo de 1976 en un bar de la localidad de Ranchillos y torturado en aquel campo de concentración durante varios días. Ahora, el compañero es testigo de esta causa, en la cual estaba implicado el fallecido “Malevo” Ferreyra, y que actualmente se le sigue al ex comisario Francisco Orse. Estos dos represores revistieron como “voluntarios” en el Operativo Independencia. El derrotero de ambos continuó por la senda del delito común y con fuertes conexiones con el aparato policial de la provincia de Tucumán.

Orse se encuentra detenido pero continúa operando desde la cárcel. La patota que le responde mantiene amenazados a los familiares de los cuatro desaparecidos que se le atribuyen en la causa y a sus abogados.

González había salido de su casa la madrugada del martes 26 para solicitar custodia oficial. Durante una semana había sido acosado para que retirara la denuncia contra Orse. Nunca llegó a destino.

Varias horas más tarde fue encontrado en la casa de un familiar. Las versiones indican que el compañero fue fuertemente amenazado una vez más y eso lo llevó a ocultarse de imprevisto. La alarma debida a su ausencia disparó una rápida campaña de las organizaciones de derechos humanos y la izquierda. El episodio pone de manifiesto la impunidad con que los represores siguen operando desde la cárcel.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con el compañero González y responsabilizamos al gobierno provincial y nacional por la integridad física y psicológica de los testigos.

Jacyn