“El Ejército convierte matar en un instinto”

Desde que regresaron de Irak, diez soldados de una unidad del Ejército
norteamericano ubicada en Fort Carson, Colorado, han sido encarcelados
por cargos de asesinato, intento de asesinato u homicidio culposo. Un
nuevo informe del periódico Gazette, de Colorado Springs, informa que
muchos de estos soldados tienen graves problemas para adaptarse a la
vida civil después de lo que han visto y hecho en Irak. La Cuarta
Brigada de Combate de la Cuarta División de Infantería, luchó en
algunos de los lugares más sangrientos de Irak. Desde que regresaron a
Estados Unidos, varios soldados se suicidaron y otros han estado
implicados en riñas, golpizas, violaciones, tráfico de drogas,
violencia doméstica, tiroteos, apuñalamientos y secuestros. Uno de
ellos, Kenneth Eastridge, está cumpliendo una pena de diez años por ser
cómplice de un asesinato. Eastridge le dijo al Gazette: “El Ejército te
lo hace retumbar en la cabeza hasta que lo convierte en un instinto:
matar a todos, matar a todos. Y lo haces. Luego creen que simplemente
puedes regresar a casa y parar”.

Varios soldados dijeron que la disciplina de la unidad se deterioró en
Irak, antes de regresar a Estados Unidos: taxistas iraquíes eran
asesinados sin ningún motivo; los soldados dejaban tirados a los
hombres tras interrogarlos; los tanques de guerra arrasaban con los
autos iraquíes sin ningún motivo. Otro soldado, Daniel Freeman, dijo:
“Cerca del final estábamos realmente desenfrenados, cansados y
frustrados. Si alguien se acercaba demasiado, lo prendíamos fuego”.