La explosión en la escuela n° 49 de Moreno que le costó la vida a los docentes Sandra Calamaro y Rubén Rodríguez –poniendo de manifiesto el estado de destrucción de la escuela pública- tiene responsables penales con nombre y apellido: la gobernadora María Eugenia Vidal y sus funcionarios, en primer lugar el ministro de Educación Gabriel Sánchez Zinny –quien debe renunciar de inmediato.

El titular de la cartera educativa y dueño de empresas informáticas de educación emitió, con total hipocresía, un comunicado por el que “se dispone una jornada de duelo y asueto para el día de hoy y mañana para toda la comunidad educativa del distrito de Moreno. Y jornada de duelo y reflexión para todas las escuelas del resto de la Provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo, las banderas se izarán a media asta”. Antes de mandar a reflexionar a las víctimas, Sánchez Zinny tiene que hacerse cargo, reconocer su responsabilidad y abandonar el cargo.

Pero no es el único. El ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, responsable del control de la seguridad e higiene laboral, también se tiene que ir: 48 horas antes de este crimen, el ministro Marcelo Villegas acusó a los docentes que íbamos a la huelga de “querer seguir en la joda”. La lamentable muerte de nuestros compañeros volvió a poner en el tapete de los medios que el que está en “la joda” es él y sus funcionarios: debieron desplazar hace unos meses al que era Director de Inspecciones de Higiene, Seguridad y Riesgos del Trabajo, Víctor Carlos Parrilli, porque se había quedado con un millón y medio de pesos asignados a ese ministerio para hacer lo que no se hizo en ninguna de las escuelas bonaerenses.



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Vidal en crisis

Vidal encubrió la política de desmonte y desintegración de la educación pública que Cambiemos viene aplicando en la provincia y en el país -con la colaboración de todos los gobernadores- tomando a los docentes como enemigos, y presentándolos ante los padres como los responsables de la decadencia educativa, algo que ahora se le ha convertido en un búmeran. 

Las declaraciones de las madres, padres, abuelas y abuelos de los chicos de la escuela 49 destacan la humanidad de los compañeros fallecidos y, en forma unánime, hacen responsable a Vidal, quien cobardemente ha evitado rendir cuentas ante la familia de los docentes muertos y ante el pueblo de Moreno. El repudio nacional por lo ocurrido es un golpe para todo el régimen de guerra contra los trabajadores de Macri y los gobernadores.

Todos al paro del FUDB. Movilicémonos a La Plata para quebrar el ajuste de Vidal

A 24 horas de la rotunda huelga de la docencia bonaerense, que la conciliación obligatoria ilegal no pudo frenar, todos los gremios del Frente de Unidad Docente Bonaerense –incluyendo los cuatro que levantaron las medidas- han convocado a un nuevo paro provincial. Es una clara expresión de la caída en la autoridad de Vidal que emerge de este crimen contra los trabajadores.

Para que la muerte no sea la moneda corriente en nuestras escuelas, en defensa de la educación y de las condiciones laborales y salariales docentes, por los comedores, los equipos de orientación escolar que quieren desmantelar y la defensa de los derechos de nuestros alumnos, hay que darle continuidad al plan de lucha hasta quebrar el ajuste de Vidal.

Por plenario provincial de delegados de escuela mandatados por la base de todos los gremios del FUDB que discuta y resuelva un plan de lucha, con huelgas renovables en asambleas, hasta derrotar al gobierno ajustador.

Nos va la vida en ello.

 

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