Políticas

13/7/2016

Falleció Cachito Fukman

El compañero de Asociación Ex Detenidos Desaparecidos fue hallado muerto en su casa esta mañana.


El movimiento de derechos humanos perdió a uno de sus mejores luchadores. Enrique "Cachito " Fukman fue hallado muerto esta mañana en su casa. Tenía 59 años. Todavía se desconocen las causas de su fallecimiento.


Cachito –como lo llamábamos todos– fue uno de los fundadores de Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, junto a Adriana Calvo y el "Sueco" Carlos Lordkipanidse, su compañero más inseparable. El Sueco y Cachito compartieron cautiverio en la ESMA.


Militante de tiempo completo, su papel como articulador del Encuentro Memoria Verdad y Justicia será difícil de reemplazar. Fue un defensor intachable de la independencia del movimiento de derechos humanos frente al Estado, desde la ruptura con los organismos cooptados por el kirchnerismo en 2006 hasta el último 24 de marzo, en el que se puso al frente de la columna del EMVyJ independiente de los K. Cada 24, durante todos estos años, lo tuvo como uno de sus principales organizadores. Los luchadores de todo el país lo quisieron entrañablemente. Llevó su solidaridad y su apoyo a cada pelea de los explotados. Una de sus últimas participaciones fue durante el juicio por el crimen de Darío Ávalos, en Lomas de Zamora. Allí escribió un comunicado firmado por los organismos de derechos humanos que fue clave para desbaratar las maniobras de los defensores de la patota de la Uocra.


Cachito militó en la JP Montoneros. Lo secuestraron  el 18 de noviembre de 1978, en La Plata y San Juan y lo trasladaron a la Esma. Lo liberaron recién el 18 de febrero de 1980.


Tras largos meses de torturas sin doblegarse, uno de sus verdugos lo citó. "Esto no puede ser, que vos no conozcas a nadie que podamos chupar", le dijo. Los milicos se convencieron de que lo podían "recuperar", como llamaban en la jerga a quienes creían que podían hacer colaborar con ellos. Lo mandaron a trabajar a la "pecera" de la Esma, donde los compañeros secuestrados eran sometidos a trabajo esclavo. Allí continuó su resistencia contra la dictadura. Apenas liberado, fue uno de los más activos luchadores por el juicio y castigo a los genocidas.


Fue testigo en el Juicio a las Juntas en 1985, atestiguó en 1997 ante el juez Baltazar Garzón y fue querellante en la causa contra Ricardo Miguel Cavallo que se tramita en España. Cuando se reabrieron los juicios en el país, jugó un rol excepcional como testigo, como querellante, como luchador denunciando sistemáticamente delante de sus propios verdugos, las atrocidades cometidas por los genocidas.


En la "megacausa" Esma, su caso fue juzgado en 2010, pero continuó declarando como testigo en otros tramos. Asistió a todos los juicios, declaró cuantas veces fue necesario.


Compañero y amigo, te despedimos con el puño en alto.


Hasta la victoria. Siempre.