FAP: un año de oportunismo

Los dirigentes del FAP que se reunieron para festejar el primer cumpleaños de la fuerza omitieron recordar que el FAP fue un recurso de emergencia. Para Binner fue una salida para el fracaso del acuerdo con la UCR; y para Lozano y De Gennaro, una salida ante la incapacidad de despegue de Proyecto Sur.


El carácter fortuito de la creación del FAP desmiente los alcances estratégicos que muchos de sus dirigentes quieren otorgarle ahora. Incluso hay quienes quieren emparentarlo con el Frente Amplio uruguayo; pero el FAP carece del 90% de la historia del FA. Binner no se cansa de repetir que su "modelo" es el Frente Progresista de Santa Fe, que tiene a la UCR como uno de sus componentes principales y que es representativo del gran capital sojero y hasta de los Cristóbal López y de las grandes constructoras.


"Gobierno de concertación"


No pasó desapercibido que Binner planteara en la ocasión un "gobierno de concertación" a Cristina Kirchner. Por otro lado, se opuso a la marcha de Moyano y al paro convocado por la CTA, a pesar de que en las filas del Frente Progresista militan Lozano y De Gennaro.


Siempre según Binner, un "gobierno de concertación" debería convocar a un "Consejo Económico y Social". Se trata entonces de una propuesta envenenada, porque la división de la CGT que está armando el gobierno la hace inviable. La intención del Consejo quedó al desnudo en un cónclave en la Bolsa de Rosario, donde Binner hizo saber que es necesario "corregir el tipo de cambio porque el dólar está barato"; o sea, fogonea la devaluación.


En la reciente crisis en la provincia de Buenos Aires, por el revalúo agrario, el Frente Progresista, con Stolbizer a la cabeza, se puso del lado de los Biolcati. Binner también habla de reducir el gasto público, metiendo en la misma bolsa los subsidios al gran capital -que ya llegan a los 100.000 millones de pesos anuales- con los gastos que van al pago de salarios, a la salud y la educación.


La postura de Binner parte de la comprensión de que en la Argentina se plantea una cuestión de poder. Con el "gobierno de concertación" apunta a desarrollar una alternativa al bonapartismo kirchnerista.


Otra vez la UCR


En función de este planteo, Binner ha manifestado en el "cumpleaños del FAP" su disposición a buscar un nuevo acuerdo con la UCR. Después de todo, dijo, "demostramos en Santa Fe que se puede". El acuerdo con la UCR despierta oposición entre los otros miembros del FAP, pero ya tiene armado cómo disimularlas con coaliciones diferentes según los distritos.


Los más optimistas le han puesto un número a este negociado político: 5 millones de votos. Pero antes de comerse la torta deberán atravesar una crisis política nacional que se agudiza.