Federico Storani encubre al menemismo
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El radical Federico Storani tuvo un rapto de “honestidad”. Confesó que la UCR conoce muchos “chanchullos” del gobierno pero que no los da a conocer por razones que el lector puede juzgar. Por ejemplo, reconoció que “el radicalismo no ventiló en su momento las denuncias de empresarios españoles sobre supuestos pedidos de coima del ex-funcionario de la Cancillería (Karim Yoma) ‘para no poner una bomba en el medio de una relación bilateral que nosotros queríamos cuidar mucho ni producir una situación que pusiera bajo sospecha el tratado con España’” (El Cronista, 24/3). Pero en la propia España los “tratados” funcionan con coima (ver artículo sobre Felipe González).
Storani, sin embargo, está preocupado por sobre todo por “la imagen pública” de Cavallo, “cuyo deterioro sería letal para la marcha general del país”. No se podría definir en menos palabras el apoyo de la UCR a la entrega y hambreamiento que ejecuta el representante de la Fundación Mediterránea. Cavallo es “un hombre honesto”, descubre Storani, en el mismo momento en que su correligionario Baglini denunciaba al ministro de Economía por una estafa fiscal de 200 millones de dólares.
El desvengorzado planteo de Storani sirve para medir hasta qué punto la UCR es cómplice del gobierno de Menem.