Fiscales, policías y patrones planificaron la represión

El juicio contra los obreros de Fargo sirvió para seguir la oscura trama de represión del 25 de mayo de 2007, de la que participaron la seguridad privada de Fargo, la empresa de seguridad privada que trabaja para Fargo, diversos jefes policiales (comisario de la Comisaría 4ª, el jefe distrital de la Bonaerense y el jefe del grupo GAD) y el fiscal Lorenzo.

De los testimonios aportados por policías y para-policías surgió la trama del armado del operativo represivo. Primero se intenta disuadir a los huelguistas mediante la “presencia policial”. Cuando la patronal ve que la huelga va en serio se hace una denuncia en la Comisaría 4ª de Moreno, que infiltra policías en la fábrica para marcar a los activistas, sacar fotos, filmar, etc. Esto permite, al fiscal y las fuerzas policiales, planificar  la represión: cuando la Guardia de Infantería ingresa en la fábrica golpea selectivamente a los activistas y detienen, uno a uno, a los dirigentes de la huelga.

La patronal sabía de antemano los cargos que se les imputarían a los trabajadores.

A 33 años del golpe genocida, el aparato represión de las luchas populares siguen de pie. Abajo los aparatos represivos del Estado y los aparatos para-policiales.

Jorgelina Guido