Los nombres de Fischer y Bufano siguen presentes en mi memoria.

 

No los conocí personalmente, pero supe de ellos militando en la UJS, en ese diciembre del ‘74.

 

Leí la nota de la compañera Viviana Asrilant, y me trasladé en el tiempo, a ese, mi primer año de facultad, y de militancia socialista.

 

Sólo deseo agregar a la crónica de la compañera Asrilant algunas reflexiones.

 

En el ‘74 se desató un feroz ataque contra la clase trabajadora y la juventud, que luchaban por su independencia política, enfrentando al nacionalismo burgués encarnado en el peronismo y a sus aliados partidos patronales.

 

Para imponer el Pacto Social del gobierno peronista, frente al ascenso de las luchas obreras, la burguesía, con la complicidad de todos sus partidos, secuestró y asesinó a centenares de dirigentes obreros, estudiantiles e intelectuales. Las bandas fascistas de la Triple A se organizaron en el seno de aquel gobierno.

 

La política de la izquierda peronista (su Juventud, alineada en la Tendencia y Montoneros), lejos de organizar la movilización en las calles de la clase obrera y la juventud, decidió su pasaje a la clandestinidad.

 

El foquismo, la guerrilla izquierdista, también con expectativas en el nacionalismo burgués, recorrió el mismo camino.

 

En cambio, la UJS y Política Obrera no abandonaron el camino del clasismo.

 

Política Obrera tituló su periódico días antes del Primero de Mayo del ‘74: “La Juventud Peronista en un callejón sin salida”. Definíamos una política de independencia obrera, que ningún otro partido de la izquierda había señalado.

 

Desde la UJS nos sumamos a la lucha de los obreros de Panam. En una madrugada fría, nuestros compañeros y dirigentes de la juventud que se dirigían a un acto en la puerta de la fábrica, fueron “levantados” en la Panamericana, por una patota de policías de civil y burócratas del sindicato, que terminaron apaleando a los compañeros en un callejón del norte del Gran Buenos Aires.

 

Después del secuestro y muerte de Jorge y Miguel Angel, Política Obrera y la UJS llevaron adelante una fuerte campaña de denuncia y movilización, que incluyó la publicación de una revista que informaba del ataque a nuestros compañeros, a nuestra organización y a los obreros de Miluz.

 

Treinta años después, después del Argentinazo, la burguesía intenta recomponerse detrás del peronismo. El nacionalismo burgués y la centroizquierda intentan torcer el rumbo de independencia política que recorren la clase obrera y la juventud. La represión también se lanza sobre los luchadores.

 

Sólo el Partido Obrero traza una alternativa obrera y socialista, para la clase obrera y la juventud.

 

Un camino por el que transitaron Fischer y Bufano. A quienes no conocí personalmente. Pero que siguen siempre presentes.