Políticas

30/10/2008|1061

Florencio Varela es un polvorín

El amago de renuncia de Pereyra a la jefatura de la FAM (la Federación de Municipios que funge como base territorial del gobierno en el conurbano) tiene el carácter de una crisis política al interior del kirchnerismo. Por lo pronto, Pereyra sería desplazado de la lista de consejeros del PJ por el propio Néstor Kirchner. Los medios especulan incluso con la posibilidad de que el intendente de Varela- hasta hace poco mano derecha de los Kirchner-  termine yéndose del oficialismo y retorne a sus orígenes duhaldistas.

El desencadenante parece el rol que va a jugar el Partido Justicialista en el armado de las listas para las elecciones de 2009. En Quilmes, por ejemplo, los Kirchner palanquean a Aníbal Fernández, instalando en los hechos un poder alternativo al del Barba Gutiérrez desde la propia Casa Rosada.

Pero no todo son roscas. Florencio Varela es un polvorín de reclamos sociales y contra la corrupción. Recientes denuncias pusieron en evidencia que el agua de red está contaminada con nitratros y nitritos, que son producto de líquidos cloacales, fertilizantes y residuos industriales de alta toxicidad. Como sucediera con la explosión de Edesur, Pereyra salió a encubrir a la empresa ABSA. En el barrio Presidente Perón y en Villa Vatteone hay reclamos de vecinos por los centros de salud, pero el colapso sanitario no se limita a las salitas y afecta al Hospital Mi Pueblo -que está saturado-, y al Hospital Regional del Cruce, que continúa semivaciado. En el otrora “municipio estrella” de los Kirchner han estallado las llamadas “casas K” del plan de viviendas oficial y los vecinos del barrio Nicolás Avellaneda denuncian que sus casas “se están cayendo a pedazos”.

Apremiado por la crisis de los recursos municipales (a pesar del impuestazo del 30% de hace unos meses), Pereyra le reclamó al gobierno nacional una partida de 30 millones de pesos para hacer frente a la completa paralización de la obra pública, con la que hizo campaña en 2007. Sin respuesta del gobierno nacional, pretende sacar otro impuestazo bajo la forma de un “aumento de la tasa de seguridad”. A pesar de este cuadro, la intendencia acaba de poner 5 millones de pesos al contado y endeudó al distrito por otros 10 millones para comprar el terreno donde va a radicarse el Parque Industrial de Varela, “un espacio para localizar 100 empresas, un centro de convenciones, bancos y hotel cinco estrellas”. El agua está podrida pero los negociados siguen.

El Partido Obrero impulsa asambleas barriales y un Congreso Obrero-Ambiental para votar un programa de reorganización integral del municipio basado en un plan de obras públicas y urbanización integral (red de agua potable y cloacas, salitas de atención primaria, etc.) bajo control de los trabajadores y vecinos; el control obrero de las fábricas y del Parque Industrial; evaluación de las comisiones obreras y vecinales del impacto ambiental; expropiación de toda fábrica que despida, suspenda o contamine; aumento de salarios para los municipales y defensa de la paritaria provincial que reclaman; investigación del nuevo endeudamiento generado por la comuna; apertura de los libros del municipio y cese de los impuestazos; cobro de una tasa extraordinaria a los capitalistas de la región y eximición del pago contributivo para los desocupados y vecinos con ingresos por debajo de la canasta de pobreza. Llamamos a la Multisectorial, a las organizaciones vecinales y ambientales, a los luchadores obreros y piqueteros a preparar el Congreso Obrero Ambiental y una gran movilización popular por el agua, la vivienda y la salud.