Políticas

11/11/2016

Florencio Varela: qué hay detrás del escándalo en el Concejo Deliberante

Una patota dela UOCRA ingresó al recinto repartiendo piñas y sillazos.


La descomposición política de los partidos del régimen y sus vínculos con patotas y barras ha quedado de manifiesto esta vez en el concejo de Varela.


Un grupo de la UOCRA, que responde al concejal massista Juan Olmedo, ingresó al Concejo tirando piñas y sillas a los concejales, particularmente a Juan Cruz Daffunchio, el ex piquetero cooptado por el Frente para la Victoria. 


Aunque la mayor parte de los medios vincularon el ataque al tratamiento de un proyecto de declaración de “visitante ilustre” a Cristina Kirchner, que visitaría el distrito al día siguiente. Sin embargo, el trasfondo del escándalo son las tranzas y acuerdos políticos entre los diferentes bloques, y las disputas internas, que involucran a punteros y barrabravas. 


El incidente ocurre en la primera sesión que tiene como presidente del Concejo a Daniel Zisuela, del Frente Renovador, tras desplazar de la presidencia a Dardo Ottonello, de Cambiemos.


Pereyra cerró un acuerdo con el sector de Zisuela, profundizando la disputa interna del Frente Renovador, en la que se enfrenta con “el  Lagarto” Olmedo, secretario general de la UOCRA seccional Varela-Berazategui-Quilmes. A su vez,  la destitución de Ottonello de la presidencia del HCD contó con el guiño de un sector de su mismo espacio político que responde a Pablo Alaniz, director general de Comunicación Digital de la Jefatura de Gabinete de la Presidencia, y aspirante al municipio para 2019.


El intendente Pereyra cedió los votos del bloque del FpV a Zisuela como parte de un acercamiento entre Pereyra y el FR local. Pereyra impulsa la confluencia entre Massa y el justicialismo, abandonando abiertamente el barco (que nunca zarpó) del Frente Ciudadano de CFK.


Como un jugador a dos puntas, Pereyra calificó al escándalo como “ejemplo de degradación política”, sin hacerse cargo de que el fenómeno, en todo caso, responde a la rosca de partidos patronales que hundieron las condiciones de vida de los trabajadores varelenses.


La misma patota que irrumpió en el Concejo actúa con total impunidad, con la complicidad de las fuerzas policiales y del poder político distrital, para garantizar el trabajo en negro en las obras del distrito. Recientemente, también atacó a los compañeros del Sitraic que se encontraban realizando una denuncia al respecto.


A los gangsters de la política y los sindicatos debemos oponerle una alternativa política de los trabajadores, la conformación de agrupamientos clasistas en cada gremio y la defensa de la democracia sindical en los sindicatos. En ese camino avanzan el Sitraic, la Coordinadora Sindical Clasista y el Frente de Izquierda.