Foetra: Lecciones de la asamblea general

El lunes 6 se realizó la asamblea general de Foetra Buenos Aires para discutir la cuestión salarial. La convocatoria había sido literalmente arrancada por un movimiento autoconvocado de delegados y activistas, que juntaron 1.905 firmas. Dos plenarios de delegados habían terminado de manera irregular ante los reclamos salariales que llovían de los edificios para rechazar el acuerdo firmado por la Directiva. Este acuerdo inconsulto establecía dos cuotas fijas (“paliativos”), una en marzo de 500 pesos y otra en junio de 300, hasta un nuevo convenio a firmar a partir de julio. El 8 de abril, dos días después, otra asamblea eligió la Junta Electoral para las elecciones que fueron convocadas sorpresivamente para el 1º de julio.

A la asamblea salarial concurrieron unos mil compañeros, a pesar de haber sido convocada en las alejadas instalaciones deportivas de la localidad de Ezeiza. Esto mereció un gran repudio de la base y reclamos de los delegados y asambleas para que las asambleas generales se realicen en la Capital Federal. La Directiva de Iadarola y Marín colocó a debate un reclamo de 790 pesos de aumento remunerativo para todas las categorías, pero con vistas a junio; o sea, sin ninguna implicancia inmediata.

En ese cuadro, tras la propuesta oficial, el compañero Pablo Eibuszyc de la Agrupación Clasista Telefónica, mocionó lo que ya se había propuesto en los plenarios de delegados autoconvocados: 40 por ciento al básico, adelantamiento paritario con aumento a partir del 1º de marzo, vigencia por seis meses para reactualizar por inflación y, muy importante, elegir los paritarios en la asamblea. Los aplausos llegaron de todos los sectores de la asamblea en forma masiva.

La oposición no logró un acuerdo porque las agrupaciones de la CTA y del moyanismo disidente (con apoyo de sectores de izquierda) priorizaron la asamblea de Junta Electoral.
El debate giró sobre la moción de Eibuszyk. La oposición de izquierda la apoyó (la CTA no intervino) y la Directiva cuestionó como “antiestatutaria” la elección de paritarios en asamblea. El ex clasista Sergio Sosto fue silbado cuando intentó defender la digitación de los paritarios. Finalmente, la Comisión Directiva ganó la votación sobre salarios, pero la “moción de Pablo”, como la denominó la mesa, obtuvo el 40 por ciento a favor.

La asamblea demostró una gran disposición por una lucha salarial real y un gran desprestigio de la Directiva (obligada a adaptarse y posar de democrática para intentar mejorar su situación de cara a las elecciones del sindicato). Está a la orden del día la formación de un Frente Antiburocrático que dispute, el 1º de julio, las elecciones de Foetra para canalizar la enorme bronca por el pasaje de la Directiva hacia los planteos de las patronales y al gobierno kirchnerista. La experiencia con los “Azules” que acaban de romper con la Directiva ha sido mala en esta asamblea; la CTA disidente se ha plegado a los “azules” en la negativa de no movilizar masivamente por la lucha salarial.

Por una Foetra independiente de las empresas, del gobierno y de la burocracia sindical.

Corresponsal