Políticas

10/12/2015|1393

Frente al pacto de gobernabilidad en la provincia

Con Cresta Roja y los luchadores de Merlo


La Legislatura de la provincia de Buenos Aires ha sido el terreno privilegiado del pacto de gobierno que han parido los acuerdos del PRO no sólo con el Frente Renovador de Massa, sino con el PJ oficial. La última sesión estuvo signada por un acuerdo de último momento de la mayoría de los bloques políticos para no abordar el tratamiento de ningún proyecto y dedicarla a “una fiesta de despedida” de los diputados salientes; un vaciamiento de la sesión cuando hacía más de sesenta días que no se reunía.


 


Guillermo Kane, del Frente de Izquierda, fue el único legislador que planteó la necesidad de tratar problemas urgentes de la población que se han puesto sobre el tapete en este tiempo: el vaciamiento de la patronal Rasic de Cresta Roja y la toma del barrio Nueva Esperanza en Merlo. Kane cuestionó que la Legislatura nuevamente se escondiera frente a las crisis de la provincia, como sucedió ya cuando cancelaron las convocatorias durante las inundaciones de agosto, dejando de sesionar durante 40 días.


 


Ante la presencia de delegaciones de los trabajadores de Cresta Roja y de la toma de Merlo, defendimos dos proyectos de nuestra bancada.


El primero es un pedido de informes acerca de los millonarios subsidios otorgados a los Rasic por el gobierno de Scioli, mientras continuaba el vaciamiento empresarial con la complicidad del interventor designado por el gobierno provincial Daniel Gurzi -mano derecha de Aníbal Fernández. El esclarecimiento de estos hechos debe servir como una herramienta de los trabajadores que vienen enfrentando el cierre de las plantas y las propuestas de reestructuración empresarial con 30% de despidos y 30% de reducción salarial.


 


El segundo, un proyecto de ley de expropiación del predio de 60 hectáreas del barrio Nueva Esperanza que se hace más urgente ante las amenazas de desalojo y las carencias sanitarias que sufren las 3.000 familias sin techo que se encuentran en la ocupación. El proyecto contempla un compromiso del Estado en la urbanización y la provisión de servicios básicos. 


 


Kane denunció, al finalizar su intervención, que el acuerdo de vaciar la sesión era la expresión del pacto que se estaba tejiendo en la Cámara, y que se concretó al día siguiente en la sesión preparatoria donde se votaron las autoridades.


 


El pacto


 


Luego de patalear en los medios, el bloque del FpV (primera minoría) aceptó el acuerdo que coloca a Sarghini, del Frente Renovador, como presidente y a Mosca del PRO en la vicepresidencia; el bloque K se quedó con la vicepresidencia primera y la tercera, de donde fue desplazado a último momento el líder del Movimiento Evita, el “Chino” Navarro, que se descontaba iba a ocupar ese lugar. La segunda vicepresidencia fue otorgada al GEN, de solo cuatro diputados; la exclusión completa de la UCR (sólo le concedieron la presidencia del bloque Cambiemos) será un elemento de fragilidad al interior del bloque.


 


Jorge Sarghini se encargó de aclarar el contenido de este acuerdo político que lo proyectó (siendo la tercera minoría) a la presidencia de la Cámara. Reivindicó los pactos Perón-Balbín (o sea, al Perón que organizó la Triple A), Cafiero-Alfonsín, y la unidad nacional que proclamó Duhalde luego de la rebelión popular de diciembre de 2001; es decir que reivindicó la unidad de los partidos capitalistas en defensa del Estado, para descargar la crisis sobre los trabajadores. Se trata, explicó, de la “concertación” como “compromiso con la gobernabilidad”.


 


Guillermo Kane dejó en claro, al fundamentar la abstención del FIT a votar estas autoridades, que estamos ante un acuerdo para garantizar una política de tarifazos, de devaluación, de exenciones impositivas a las empresas. Este ajuste contra el pueblo “nos va a encontrar, tanto en la calle como en esta Legislatura, luchando por el trabajo y el salario, la tierra y la vivienda, la salud y la educación pública”. El rechazo a este pacto contra los trabajadores es la base necesaria para avanzar en la pelea por una alternativa política de trabajadores.