Ayer, en el marco de un nuevo aniversario del crimen de Carlos Fuentealba y del paro de 48 horas de ATEN, 12.000 trabajadores de la educacion, acompañados por contingentes de ceramistas, MAM, INTI, ATE (con paro), SADOP y organizaciones sociales y partidos políticos marchamos por el centro de la ciudad y cerramos con un acto en Casa de Gobierno.

El gobierno provincial estuvo en el centro de las denuncias coreadas, sin dejar de lado la complicidad extrapartidaria y el apoyo político como el que el actual intendente de Cambiemos en la Capital, brindo en aquel momento al fusilador Jorge Sobisch.

Esta conciencia masiva es clave en momentos que tanto el gobierno nacional como el provincial se aprestan a instalar 400 gendarmes en la provincia.

Impunidad

A 11 años del fusilamiento de Carlos Fuentealba, la “justicia” neuquina ha cerrado un operativo de impunidad sobre el ex gobernador Sobisch, sus ministros (algunos reciclados en el actual gobierno) y los jefes policiales.

La llamada “causa Fuentealba II”, que debía investigar las responsabilidades políticas detrás de la represión criminal, fue clausurada por la justicia provincial. Ahora está en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación la posibilidad de reabrirla. Desde el palco del acto realizado ayer, se anunció que en corto tiempo habría alguna definición que abriría la posibilidad de imputar finalmente a Sobisch. Entre los responsables políticos se encuentra Eugenio Burzaco, actual secretario de Seguridad del ministerio que capitanea Patricia Bullrich y ex asesor en la materia del ex gobernador Sobisch. Es uno de los autores intelectuales de la “doctrina” que derivó en el fusilamiento de Fuentealba.

Mientras la justicia provincial y nacional somete a este verdadero calvario político-legal a la familia y los compañeros de Carlos, la sociedad de conjunto ya ha dictado sentencia: Sobisch asesino, juicio y castigo a todos los responsables políticos.

La vigencia del reclamo, como ocurre con cada 24 de marzo, parte de la masiva conciencia sobre las consecuencias nefastas de la impunidad y la exigencia del castigo a los culpables.

CTERA, como en el 2007

Las compañeras trabajadoras de la educación recuerdan cada 4 de abril que “no estuvo ni CTERA, por eso las maestras nos hicimos piqueteras”. El secretario de Prensa de Ctera, Guillermo Parodi, no hizo la menor alusión a alguna medida nacional de lucha ni para el propio 4 de abril, ni para otro día, a pesar del masivo reclamo de “Pare CTERA, pare” coreado por miles. Tampoco mencionó a las luchas ni al ajuste en las provincias. Sus silencios configuran un verdadero plan de inacción. Pero eso sí, llamó a "la más amplia unidad" como mandato, una generalidad utilizada por el Baradelismo para presentar su adaptación a la estrategia del kirchnerismo de alianza con el pejota, los gobernadores del pacto fiscal y la burocracia de la CGT.

Por su parte, el secretario general de ATEN e integrante de la Junta Ejecutiva de Ctera, dijo que “hemos retrocedido al neoliberalismo”, trazando un puente entre los noventa y el gobierno de Macri. Aquí también valen las omisiones, ya que dejó sin explicar que el fusilamiento de Fuentealba, en el 2007, se ejecutó en simultaneidad con el envío de gendarmes al sur del país a reprimir huelgas docentes, bajo el gobierno del kirchnerismo.

Para luchar por justicia a fondo hay que hacer un balance completo, no retazos que amnistíen parte de los responsables de la política general que desembocó en el fusilamiento de Carlos.

Se vienen las 72 horas

Las asambleas realizadas en la mañana de hoy marcan una tendencia a un paro de 72 horas la semana entrante, incluida en la medida, una Jornada Unificada el miércoles 11 con nuevas asambleas.

Esto es una respuesta contundente del activo, a los descuentos masivos de días de paro que aplicó el gobierno de Gutiérrez, que sigue al pie de la letra el libreto de salarios bajo la línea de pobreza.