Políticas

27/6/2002|760

Fuera el gobierno asesino de piqueteros

Cobarde con los banqueros, criminal con los obreros

La represión criminal contra el movimiento piquetero, que se cobró la vida de tres jóvenes luchadores, fue largamente premeditada.


Como durante el 19 y 20 de diciembre, los “grupos de tareas” de las fuerzas de seguridad se encargaron de asesinar a Darío Santillán, del MTD de Lanús, a Maximiliano Costequi, de la Anibal Verón, y a otro compañero piquetero.


Cerca de 200 luchadores fueron heridos con balas de goma, perdigones y balas de plomo. 150 fueron recluidos en la comisaría 1° de Avellaneda.


A muchos se les ha iniciado proceso judicial, que se suma a los tres mil procesos en vigencia.


Fue un crimen premeditado, porque responde a una política.


Una política que pretende la “gobernabilidad” del país “limpiando” las rutas de piqueteros, cuando el Estado se cae a pedazos como consecuencia de una impresionante bancarrota política y como consecuencia de la insuperable incapacidad de la burguesía nacional y sus partidos – el peronismo y el radicalismo.


Crimen premeditado porque, repetidamente, los voceros del gobierno señalaron la necesidad de reforzar la acción de las policías provinciales contra los cortes de ruta y de accesos mediante la intervención de la Gendarmería y el apoyo del Ejército.


En numerosas ocasiones, el jefe del Ejército, Brinzoni, advirtió que los militares estaban preparados para “actuar” frente a una rebelión o “conmoción” social. La semana pasada, Ruckauf fue a ver a los aviadores para persuadirlos a favor de un golpe de Estado.


Muy rápidamente, Duhalde acabó emprendiendo el camino que recorrieron De la Rúa y Storani en Tartagal y Mosconi.


El asesinato de los piqueteros fue justificado por anticipado por el secretario de Seguridad, J. J. Alvarez, en nombre del estado de derecho.


Pero no existe ningún derecho superior a las necesidades colectivas de un pueblo.


La clase obrera está obligada a luchar; está obligada a ocupar fábricas; está obligada a cortar rutas. Es imposible persuadirla de que no lo haga mientras reine el hambre y la desesperación.


La Asamblea Piquetera que sesionó el fin de semana del 22-23, estaba por eso obligada a aprobar el plan de lucha que comenzó el día 26. Contra estas obligaciones que impone la necesidad, no se puede esgrimir ningún otro derecho que el derecho de la fuerza, el derecho del privilegio, el derecho del opresor.


La clase obrera está obligada a luchar no solamente por sus reivindicaciones sino por acabar con el régimen político y social que la ha colocado en un callejón sin salida


¿Qué razón de derecho, por otro lado, puede tener un gobierno para prohibir el corte de una ruta, cuando él, contra todo derecho, ha confiscado los ahorros de millones de argentinos para beneficiar a un grupo de pulpos endeudados en dólares?


¿Qué razón de derecho puede esgrimir cuando le paga a los banqueros toda la deuda pública, con la plata de los ahorristas que se convierte en nuevos bonos de la deuda estatal?


Duhalde organizó la represión en momentos en que su único plan de gobierno, el acuerdo a como sea con el FMI, está definitivamente enterrado.


Cuando los banqueros conspiran contra la mayoría de la nación y hasta contra su propio gobierno, llevando la cotización del dólar por las nubes, Duhalde responde, no conspirando contra los banqueros y atacando a sus monopolios, sino conspirando contra el pueblo y fusilando a sus luchadores.


Un gobierno que ha desarrollado estas características, está condenado.


Mientras le bajan el dedo los de arriba, él se empeña, con el hambre y la represión criminal, para que le bajen el dedo los de abajo. Duhalde sigue, paso a paso, el camino de De la Rúa.


Las salidas electorales “organizadas”, han quedado superadas por los acontecimientos.


La perspectiva planteada por la Asamblea Piquetera – una nueva rebelión popular que acabe la faena de la primera – comienza a hacerse efectiva.


Los “consejos consultivos” han dejado el paso a la represión. Llamamos a las organizaciones que se encuentran en esos consejos a romper con el gobierno, so pena de convertirse en los cómplices de estos crímenes.


Fuera Duhalde y el FMI.


Por una nueva rebelión popular.


Por una Asamblea Constituyente soberana en la nación, provincias y municipios


Por un Frente de las organizaciones piqueteras, las asambleas populares, las fábricas ocupadas y los sindicatos antiburocráticos, para impulsar un nuevo argentinazo.