Políticas

12/11/2009|1108

Fuera Macri y sus espías

La causa de escuchas investigada por el juez Oyarbide revela hasta qué punto ha llegado el intento de Macri por construir un Estado policial en la ciudad. Ahora, se descubrió que Ciro James espiaba a un familiar de Macri enfrentado por motivos personales al jefe de Gobierno. El culebrón familiar de los Macri, financiado con fondos públicos, pone al jefe de Gobierno al borde del juicio político. Pero ningún representante de la oposición legislativa –la de Kirchner, Carrió, Ibarra o Solanas– lo ha planteado.

A esta altura del partido, es ineludible la conclusión de que el régimen montado por Macri no tiene otro objetivo que el espionaje y la represión a los trabajadores y opositores de la Ciudad.

Retroceso y acuerdo

Nada de esto impidió el acuerdo que se firmó esta semana entre el Gobierno de la Ciudad, por la vía del ministro Montenegro, y el de la nación, con Aníbal Fernandez. El acuerdo fue presentado como la regularización de la deuda de la Ciudad con la Federal. Pero es un intento más general de limitar la crisis generada por el escándalo del espionaje, con su secuela de denuncias cruzadas entre la Federal, la Side y la Metropolitana. Por eso, se acordó que, de aquí en adelante, se “eviten polémicas públicas” tratando los temas en privado (Clarín, 3/11). Además, rearmaron una comisión entre Alak y Montenegro para tratar la integración entre la Federal y la futura Metropolitana. Mientras la UTE y la CTA reclaman la renuncia de Montenegro y Piccardo, su gobierno “nac & pop” arma un acuerdo para sostenerlo.

La crisis en la ciudad, de todas maneras, se llevó puesta la Ucep: en medio de nuevas denuncias contra la patota de desalojadores, el viernes 6, el gobierno decidió disolver el organismo.

Campaña

Macri reclama a diario que se “limpie” el espacio público de la Ciudad, o sea, que se eliminen por la fuerza los piquetes y las movilizaciones de trabajadores y estudiantes. Sin embargo, la disolución de la Ucep y la crisis de las escuchas ponen de manifiesto la crisis del armado represivo del gobierno en la Ciudad.

En este marco, el conjunto de organizaciones que nos hemos movilizado contra la Ucep, Fino Palacios y la policía de Macri lanzamos la propuesta de organizar el 11 de diciembre, a dos años de la asunción de Macri, una gran movilización por el derecho a ganar la calle, contra Macri, sus espías y la policía Metropolitana. Desarrollemos una fuerte campaña por esta iniciativa.