Políticas

15/2/1998|573

Fuera Yanquis de Irak

¿La ‘seguridad regional’? ¿La ‘paz internacional’? ¿El ‘respeto de las resoluciones de la comunidad internacional’? ¿La ‘lucha por la democracia en Irak’? Ninguna de estas bellas palabras está en juego en la violentísima ofensiva del imperialismo yanqui contra Irak.


El único fin de este ataque descarado es imponer el control completo de los Estados Unidos sobre un recurso —el petróleo— y una región —el Golfo Pérsico— vitales para sus intereses estratégicos. Y a través de su control monopólico del Golfo, extender sus tentáculos hacia las riquísimas regiones petroleras del Caspio y de la frontera sur de la ex URSS. Lo que está en juego es la imposición de un grado de colonialismo sobre los pueblos de la región sin precedentes en el último medio siglo.


Irak se niega a someterse a la tutela completa y exclusiva de los norteamericanos. Por eso está amenazado de sufrir, según la patoteada de los norteamericanos, “un ataque devastador”.


Las armas químicas y biológicas que amenazan la ‘paz regional’, son las que tienen los que se aprestan a atacar a Irak: los portaviones yanquis y británicos y el ejército sionista. En cuanto a las armas atómicas, los yanquis no sólo son los únicos que han recurrido al terror nuclear; son también los únicos que amenazan utilizarlo contra los pueblos del mundo.


Fuera la opresión colonial sobre Irak. Fuera las tropas imperialistas del Golfo. Abajo el bloqueo de las Naciones Unidas. Abajo el imperialismo mundial.