La Asamblea Nacional de Trabajadores ha instalado el reclamo de una garrafa de 10 kg a 10 pesos en todo el territorio nacional. Frente a la iniciativa del movimiento piquetero, el gobierno nacional respondió con “su” propia garrafa “social”, fijada a 18 pesos, manteniendo intacto de esta forma el aumento de un 140% producido desde el fin de la “convertibilidad”, en unos 600 centros de distribución. Con el anuncio del garrafazo piquetero, Kirchner comunicó la ampliación de los centros de distribución a 1.200, concediendo de esta forma que los fraccionadores, envasadores y distribuidores fijen los precios a gusto y piachere en los más de 100 mil centros de distribución restantes, donde se llega a pagar hasta 30 pesos. La garrafa “social” llega en la provincia de Buenos Aires a 120 centros, dejando fuera a localidades enteras como Avellaneda, observándose la barbaridad de que en un distrito con 1,5 millones de habitantes como La Matanza sólo existen cuatro centros de venta. También en varias provincias se produce el mismo esquema, y la mayoría no entra en el plan “social” (Clarín, 23/5). La tarifa “social” tampoco alcanza a la red domiciliaria de gas natural, donde se suceden los cortes de servicios con el apoyo de la Gendarmería.

El mayor consumo invernal lleva a utilizar dos garrafas mensuales por grupo familiar, con salarios y planes congelados; los anuncios de Kirchner sólo sirven como cortina de humo de las recientes agachadas frente a las privatizadas.

El Polo Obrero llama a impulsar la realización de asambleas populares para organizar la lucha por:

• Reconexión del servicio de gas natural, condonación de las deudas.

• Tarifa mensual de gas de 10 pesos para desocupados, jubilados y trabajadores con ingreso inferior al nivel de pobreza.

• Garrafa social de 10 kg a 10 pesos.

• Intervención estatal de las empresas energéticas bajo control obrero.