Políticas

2/12/2016

Gatillo fácil en Burzaco: gendarme baleó por la espalda a joven de 23 años

Ocurrió en la madrugada de anoche en un control vehicular en la localidad bonaerense de Burzaco, en avenida Hipólito Yrigoyen y Marcos Tiglio.


En un hecho sumamente grave, Martín Gastón Arabia –joven de 23 años que circulaba por la avenida en su motocicleta- terminó internado en terapia intensiva tras recibir un balazo de goma por parte del gendarme Emanuel Elio Mollacundo, cuando según los oficiales el joven habría intentado evitar un control.




El joven fue trasladado hacia el Hospital Lucio Meléndez, donde se encuentra en terapia intensiva con un riñón muy comprometido. De acuerdo con la información trascendida, el proyectil se habría disparado desde una muy corta distancia, lo que perforó parte de su cintura. También sufrió la fractura de una costilla y tiene afectado un pulmón. Por el momento se encuentra estable.



Martín Arabia, que logró dar testimonio del hecho, manifestó que al momento de la orden de detenimiento, sintió algo frío y duro en la cadera. Fue ahí cuando entró en pánico e intentó escaparse; en ese momento fue cuando escuchó el disparo y sintió un fuerte calor en toda la cadera y la espalda. El chico dio una vuelta, y regresó hacia donde se encontraba el gendarme y gritó: "¡Me disparaste!”, antes de quedar desvanecido en el suelo.



El gendarme involucrado, junto a otro agente, quedaron aprehendidos en una base de Gendarmería y se abrió una investigación por “tentativa de homicidio”.



 




La responsabilidad del Estado


 


Los bonaerenses seguimos sufriendo día a día las consecuencias de la descomposición de las fuerzas de seguridad, involucradas no sólo en el gatillo fácil sino también en la organización del delito.

 


Ya transcurrió más de un mes desde la llegada de más de 6300 efectivos de distintas fuerzas policiales para militarizar la zona sur del conurbano, reforzando una política represiva iniciada por el ex gobernador Scioli y continuada por la actual gobernadora Vidal.




Hasta 2015, se registraron más de 4.600 asesinados en democracia por gatillo fácil y tortura a manos de la policía. La provincia de Buenos Aires es donde se concentran la mayor cantidad de casos con estas características.



La necesidad de organizarse contra la brutalidad policial se hace cada vez más evidente.