Gaza sigue cercada

A dos semanas del ‘cese del fuego’

A dos semanas del ‘cese del fuego’, la Franja de Gaza sigue bloqueada, lo que significa que continúa sometida a una acción de guerra, como lo estaba incluso antes de la masacre reciente. Los pasos continúan cerrados; Israel y Egipto sólo permiten el ingreso de medicamentos y de algunos artículos de primera necesidad.

La población está bajo el sitio del hambre y del frío. No tienen casas a las cuales regresar porque han sido destruidas por los bombardeos; 15.000 familias están obligadas a seguir viviendo en refugios. Israel y Egipto impiden el ingreso de materiales de construcción, por lo que las viviendas no pueden ser reparadas. “Israel no está dispuesta a permitir una reconstrucción rápida de Gaza porque eso podría beneficiar a Hamas” (Financial Times, 28/1).

El cerco no sólo es económico. En el curso de la semana, la aviación israelí lanzó varias “operaciones de represalia” contra los túneles a través de los cuales los palestinos contrabandean hacia Gaza las mercancías que no les permiten ingresar por los pasos fronterizos. Las amenazas israelíes son brutales: Olmert anunció otras “respuestas desproporcionadas”.

Sin embargo, existe una negociación indirecta entre Hamas e Israel, en Egipto, con la intermediación del jefe de los servicios secretos locales (El País, 26/1). Hamas reclama la apertura de los puestos fronterizos para que entren alimentos, medicinas, y materiales de construcción.

Israel se vale de las necesidades de que se levante el cerco para imponer el regreso de la Autoridad Palestina a Gaza. Con la excusa de controlar la reapertura de los pasos, Israel (y Egipto) quieren  forzar a Hamas a aceptar la presencia de guardias fronterizos que respondan a Abbas. Israel vuelve a usar el cerco sobre Gaza para poner en la Franja una autoridad títere (valga la contradicción).

El ‘enviado especial’

Israel ‘recibió’ al ‘enviado especial’ de Obama al Medio Oriente, George Mitchell, bombardeando otra vez Gaza.

La designación de Mitchell despierta inquietud en Israel. Se teme que reclame el congelamiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania, como lo hizo en 2001 en una misión similar. Esos asentamientos están construidos en tierras robadas a los palestinos; lo acaba de confirmar un informe del propio Ministerio de Defensa, ocultado por el gobierno y revelado recientemente por el diario israelí Haaretz. Según el informe, “30 colonias se ampliaron sobre las fincas robadas en Cisjordania” (El País, 2/2). El Ministerio de Defensa, dice el informe, “documentó un robo de tierras que sirvió para la expansión de más de 30 asentamientos” y que “en 90 de los 120 asentamientos (existentes en Cisjordania), los edificios se alzaron en contra de los permisos concedidos o en ausencia de ellos, aunque era el Ministerio de Vivienda el responsable de la construcción” (ídem). Benjamin Netanyahu prometió extender esos asentamientos si gana las elecciones. El ultraderechista Avigdor Lieberman anticipó que “Mitchell no tiene posibilidades de éxito” (Haaretz, 28/1). 

Elecciones

En este cuadro, Israel irá a las urnas el 10 de febrero. Barak y Livni no lograron convertir la masacre de Gaza en votos. Netanyahu (Likud) aumentó su ventaja sobre ambos con el argumento de que el gobierno se había retirado de Gaza “sin completar la tarea” de derrocar al gobierno de Hamas. Además, creció fuertemente Lieberman, que podría desplazar al laborismo al cuarto lugar por primera vez en su historia (Corriere della Sera, 2/2). Lieberman reclama la expulsión de los ciudadanos israelíes de origen palestino “que  no muestren fidelidad al Estado” (ídem), o sea la ‘limpieza étnica’ del 20% de la población del Estado de Israel.

Hay una marcada fragmentación del electorado, lo que lo obligaría a formar una coalición, posiblemente, una versión del gobierno actual. Obama está en una encrucijada: para reforzar la guerra en Afganistán (como pretende) necesita ‘paz’ en Medio Oriente.

El príncipe saudita Turki al-Faisal, un hombre que fue jefe de los servicios de inteligencia del reino y, más tarde, embajador en Gran Bretaña y en los Estados Unidos, acaba de recordar que “el nuevo presidente tiene sólo un tiempo limitado para actuar”.

Luis Oviedo