Políticas

27/6/2022

Gerardo Morales, CFK y la “institucionalización” de la asistencia social en Jujuy

Gerardo Morales.

Luego del raid de ataques al movimiento piquetero y a los trabajadores desocupados por parte de todos los políticos del régimen y los medios de comunicación, Gerardo Morales entendió que no podía quedarse afuera.

En una nota a Cadena 3 el gobernador, que pretende mostrarse como un ejemplo de lo que hay que hacer, sinceró lo que los empresarios y el resto de los políticos burgueses dicen con eufemismos “que los planes sociales deben servir para bajar el costo laboral”. Un reclamo de toda la clase capitalista -en Jujuy particularmente de las tabacaleras y los ingenios-, que encuentran en los planes sociales una traba en sus intenciones de pagar salarios de indigencia, incluso por debajo de lo que hoy está el potenciar trabajo ($23 mil).

Esa realidad lamentablemente ya existe en Jujuy y en todo el país. El gobierno jujeño tiene bajo su órbita 82 mil beneficiarios del Potenciar Trabajo (un programa nacional) a quienes les hacen realizar tareas municipales de todo tipo (tomar la temperatura en cajeros, barrer calles, desmalezar costeras del río, etc.) y por supuesto le cobran multas y sufren maltratos de los punteros del gobierno.

Los dichos de Morales lo que buscan es llevar a fondo ese proceso para abaratar el costo laboral de los trabajadores del Estado y a su vez enfrentar el resurgimiento de un movimiento piquetero independiente que se convirtió en un canal de lucha de los explotados de la provincia. Los encarcelamientos y la persecución judicial a los luchadores van en esa línea.

También se refirió a sus supuestos logros de institucionalizar los programas sociales y terminar con los “gerentes” de la pobreza. Bien mirado, Morales hizo en Jujuy lo que reclamó CFK en el acto del día de la bandera. El desmantelamiento de la Tupac Amaru fue un traspaso del manejo de las cooperativas, el trabajo precario y la asistencia social a manos del Estado.

Morales intervino judicialmente la organización de Milagro Sala y conformó la Suceppi, a cargo de Pato Estrada, quien desde ahí maneja discrecionalmente los proyectos para las cooperativas, los planes contingencia de miseria y la asistencia a comedores y merenderos ligados a ellos. Por supuesto, el objetivo de Morales no era regularizar, ni transparentar nada, sino desplazar una experiencia agotada en la provincia y utilizar la prisión de la dirigente como precedente para futuros reclamos populares.

El rechazo de CFK a la “tercerización” de la asistencia social en las organizaciones sociales y su apoyo económico y político a Milagro Sala por tantos años podría parecer una contradicción. Sin embargo, si se analiza finamente veremos que son dos mecanismos distintos para el mismo objetivo: amordazar al movimiento popular y así evitar su organización independiente.

Cristina, como buena peronista, su principal preocupación es frenar cualquier acción de lucha y organización colectiva de los explotados, mediante la cooptación y coerción del Estado. En su momento el surgimiento de la Tupac Amaru y las sumas millonarias que se le destinaban buscaban clausurar definitivamente el proceso de rebelión popular del Argentinazo y particularmente en Jujuy las rebeliones de los 90.

Hoy el movimiento piquetero independiente en Jujuy y en todo el país resurgió fuertemente, justamente desplazando en gran parte a las organizaciones sociales oficialistas. El dato de que 14 mil compañeros que se pasaron al Polo Obrero, de dichas organizaciones, muestra ese desplazamiento, como así también en Jujuy asambleas enteras de la Tupac Amaru se pasaron a las organizaciones de la Unidad Piquetera. Frente a esto es que CFK retoma sus orígenes contra la autoorganización de los explotados y coincide con Morales en que el Estado debe tomar el control de la “asistencia social”.

El abandono a Milagro Sala por parte de CFK y de La Cámpora también tiene que ver con este viraje.

Ni tercerización, ni institucionalización: trabajo genuino y organización independiente

Las coincidencias de Gerardo Morales y Cristina Kirchner tienen que ver con los intereses sociales que ambos representan. Son representantes de la burguesía, la cual tiene gran preocupación en cómo sacar a los piqueteros de la calle, al igual que lo intentaron hace 20 años con la masacre del Puente Pueyrredón.

Cristina, Morales y todos los que vienen gobernando en las últimas décadas son los responsables de la pobreza, de la precarización laboral, de la crisis habitacional y en definitiva de un retroceso histórico en las condiciones de vida de las masas.

A los responsables de la pobreza tenemos que oponerle la organización independiente de los trabajadores en los lugares de trabajo y los barrios para pelear por trabajo genuino, defender el salario y los convenios colectivos y por una salida de los trabajadores a la crisis.