Por orden de Fiat

En apoyo a los trabajadores de Iveco se había convocado a un recital el pasado 24 de abril en el Teatro Griego. Unos días antes, la municipalidad de Córdoba revoca la autorización para utilizar ese espacio argumentando falta de personal para hacer controles. Los trabajadores debieron trasladar el festival a la Ciudad Universitaria (con mucho éxito).

El lunes, en la sección de “chimentos políticos” de La Voz del Interior, saltó la verdad: Giacomino arrugó por presión de Fiat-Iveco, con la cual la municipalidad tiene un acuerdo por el cual el Grupo Fiat pone 3 millones de pesos en el municipio para refaccionar lo el Cabildo y las fachadas de los Centros de Participación Comunal. Como ahora se confirma, ese acuerdo implicaba la privatización de los espacios públicos para la cultura. Lo que aún queda más claro es que Fiat ha tomado el control político de la municipalidad de Córdoba.

Como dicen los trabajadores de Iveco en un comunicado: “En Córdoba parece que gobiernan las multinacionales y el grupo Fiat; hacen lo que quieren, despiden masivamente, tienen prácticas antisindicales contra delegados de base, y ahora también deciden sobre los bienes del Estado. La prepotencia de Rattazzi y de esta empresa en todos los ámbitos no puede tolerarse más”.

E.S.