Políticas

16/12/2010|1159

Formosa: “Gildo Insfrán se tiene que ir”

Félix Díaz, dirigente de los Qom

-¿Cómo se originó el conflicto del corte de la ruta 86?

-Todo esto empezó en enero, cuando fuimos a ocupar nuestros terrenos que fueron expropiados en el año 2007, porque ya no veíamos la manera de seguir reclamando ante la Justicia. Hemos presentado un reclamo al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, que tampoco le dio ninguna importancia, y en la Defensoría General de la Nación. Ellos argumentan que no pueden intervenir porque no es jurisdicción federal; también ante el Inadi, donde tampoco hubo respuesta, y ante la Secretaría de Derechos Humanos. Nosotros nunca pensamos que íbamos terminar así, perdiendo vidas por reclamar el territorio. Ya veíamos difícil parar la construcción del instituto universitario de la provincia, que hizo un desmonte en junio. Preocupados por este tema, tuvimos que tomar una decisión muy difícil, salir a la ruta, pero llegó el momento que no quedaba otra: el 25 de julio salimos a la ruta sabiendo el riesgo enorme que corríamos en ese momento. Salimos a la ruta y pudimos parar el ingreso de los camiones que traían los materiales para construir el instituto, después de 20 días de estar ahí nos dieron la idea de presentar una medida cautelar de no innovar ante un Juzgado Federal, ya que estamos enfrentando a la Universidad Nacional de Formosa. Entonces, era una oportunidad para presentarlo ante un Juzgado Federal. La Justicia lo aceptó y hasta ahora sigue en vigencia la medida cautelar. Después hubo una pelea por el tema de la competencia: la provincia quiere quedarse con la competencia para dilatar el tiempo, pero el Juzgado Federal lo rechazó. La provincia violó la resolución, usó la violencia contra nosotros a través de la policía provincial sin ninguna orden judicial, el hecho en sí, la lucha campal que se produjo sobre la ruta nacional 86 y la supuesta orden que tenían para desalojar a las familias que estaban por fuera del territorio federal de la ruta nacional. Entonces, ellos nos desalojaron con la fuerza policial de la ruta y de ahí comenzaron a entrar en nuestras casas y quemaron todos nuestros ranchos, todo, todo lo que teníamos. Estaba el padre del intendente con un bidón de gas oil; entonces, los policías echaban gas oil en los ranchos y los prendían fuego, todas las cosas que estaban afuera, sillas, mesas, ellos las tiraban al fuego con una violencia muy brutal y también la golpiza que han recibido los ancianos, las mujeres, los niños fueron secuestrados, estuvieron dos días detenidos en la comisaría. Entonces quemaron nuestros documentos, todo, todo lo que teníamos. Lo más importante para nosotros es la integridad física, las cosas que nos quemaron se pueden recuperar, pero la vida para nosotros es algo fundamental. Lamentablemente, perdimos la vida del hermano Roberto López. Los hermanos tuvieron que defenderse de cualquier manera, entonces la policía nos hacía pisar por los caballos, nos tiraba gases lacrimógenos, vinieron con armas de fuego con proyectiles de plomo. Ese fue el momento terrible que hemos pasado. La orden era que me mataran especialmente a mí: “Maten a Félix, no lo detengan, es Félix, lo queremos muerto”. Los miembros de la comunidad me defendieron, me rodearon y tuvieron que sacarme del lugar para poder escapar de la balacera de la policía. Hasta ahora sigo como shockeado por la situación difícil que hemos vivido, toda esta violencia institucional. El Estado tendría que ser garante de nuestra integridad física, de nuestra existencia; sin embargo, el Estado es la herramienta para poder matarnos. Yo creo que si realmente existe la democracia, esto se tiene que desterrar. El gobernador se tiene que ir y que no sea reelecto porque él se está candidateando para 2011. A nosotros nos preocupa mucho, porque es un tipo que maneja muchísimos recursos económicos y está apoyado por el gobierno nacional.

-¿Cómo fue el asesinato del delegado de la comunidad Pilaga?

-Para mí fue muy doloroso, porque Mario López era muy amigo mío. El se enteró el martes, cuando nos golpearon muchísimo, y el miércoles él se organizó para venir a nuestra comunidad. Lo ve un policía que iba al velorio del policía muerto, lo atropella y lo asesina. Su crimen sigue impune como el incendio de nuestras viviendas, la represión y las muertes en la ruta.

-¿Qué opinás de nuestro planteo de echar a Insfrán y convocar a una asamblea popular?

-A nosotros nos parece que es una propuesta que hay que acompañarla, porque es favorable a la gente. Pero debemos conocer los fundamentos para poder articularnos. Empecemos a conocernos y trabajar juntos para que estas cosas no sigan sucediendo.

-¿Qué respuesta tuviste del gobierno nacional?

-Hasta ahora no tuvimos ninguna respuesta. Hemos tenido la oportunidad de hablar con el ministro del Interior, Randazzo. El se comprometió a que en 48 horas iba a resolver este tema. También nos entrevistamos con el ministro de Justicia, Alak, también con el mismo verso. Estamos esperando que la Presidenta tenga la humildad, por lo menos, de escucharnos y encontrar una salida a este problema que tenemos. Seguimos pidiendo que nos reciba, pero lo vemos muy lejos todavía, porque Gildo Insfrán tiene mucha influencia con esta política nacional…

-¿Cómo ves la perspectiva de participar este 20 de diciembre en un gran acto por el juicio y castigo por los tobas, Mariano y los muertos de Soldati?

-Para nosotros, sería muy importante que podamos conocernos los luchadores sociales para articularnos y que no pase lo que nos está pasando: que nos reprimen, nos judicializan, nos persiguen, nos arman causas. Yo tengo muchísimas causas federales y provinciales. Para nosotros, sería muy importante participar.