La masiva movilización piquetera que aguardaba la llegada de las caravanas provenientes del noroeste llenó de color la gris tarde cordobesa del martes 17.

Desde el Puente Centenario partieron las columnas del Polo Obrero, Barrios de Pie, los trabajadores despedidos de “El Diario de Bolsillo” y la Ctd-Cuba rumbo a la Clínica Halac. Allí se hizo un acto junto a los trabajadores desalojados. Eduardo Salas planteó que el operativo de represión que había dispuesto el gobierno para que los trabajadores no vuelvan a pisar la Clínica había fracasado porque allí estaban nuevamente los obreros para volver a recuperar su fuente de trabajo.

En la calle y desde los edificios llegaba apoyo. La Prensa Obrera se vendió como pan caliente: más de 60 en menos de media hora.

Se arribó a la Plaza San Martín para realizar el acto de recepción. Se sumaron los compañeros del Mijd, los trabajadores de la Clínica Junín, asambleas barriales, Casa del Pueblo, el Mtl y otras organizaciones; en total 3.000 compañeros. Mientras se hacía el “aguante” a la avanzada del Norte, hablaron los compañeros de la Junín, de la Halac, del Diario, demostrando que los obreros ocupados y desocupados tienen un horizonte común que alcanzar.

Hacía rato que había oscurecido cuando llegaron los piqueteros de Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Los dirigentes de cada organización formaron un cordón humano que avanzó hasta el palco en medio de un estruendoso “Piqueteros, carajo”, iluminados solamente con las luces de las cámaras de televisión. Ya eran mil personas más trabajando por el nuevo Argentinazo.