La estrepitosa derrota electoral del gobierno de Celso Jaque abre una nueva etapa en la crisis provincial.

Este gobierno es repudiado en toda ocasión en la que el pueblo logra manifestarse, en primer lugar en las luchas que los trabajadores estatales dieron por el salario y en las movilizaciones de repudio al tarifazo que organiza la multisectorial (la mayor reunió a más de 5.000 personas). En segundo lugar, en las decenas de asambleas y movilizaciones en los barrios contra la inseguridad ciudadana, y también en cada fiesta o evento masivo en la que Jaque se ve obligado a participar y someterse a estrundosas chiflatinas.

Al mes de asumir ya fue herido gravemente, producto de la extraordinaria movilización que expulsó a los funcionarios del Partido Demócrata que ocuparon el Ministerio de Seguridad y que lo usaron, como no podía ser de otra manera, no para resolver la inseguridad sino para hacer espionaje contra el Polo Obrero y otras organizaciones populares. Desde entonces, no paró de crecer el repudio popular.

El triunfo del cobismo, aliado a la UCR y al ARI, no es un apoyo entusiasta a este rejunte (que ya fuera derrotado electoralmente en 2007, cuando gobernaban) sino una forma de castigo al actual gobierno, que expresa una expectativa de sectores populares (sobre todo medios) de que la crisis se puede resolver sin tomar medidas anticapitalistas.

Gran avance del Partido Obrero

Una porción de la vanguardia obrera y popular se volcó a la izquierda, y en particular al Partido Obrero.

En las elecciones de 2007, el PO tuvo una elección muy baja (2.700), que en esta oportunidad se multiplicó casi por cuatro y llegó a más de 9.300 votos (1,1%).

La buena elección del PO fue resaltada por algunos medios y dejó en claro que es el principal partido de izquierda en la provincia, dejando atrás al PTS y al MST que rondaron los 6.000 votos cada uno. También al frente de Libres del Sur y al frente de partidos de izquierda que llevaban los candidatos nacionales del PJ y los propios en los cargos provinciales (PC, PH, Polo Social, Partido Solidario).

La campaña del PO estuvo dirigida a los sectores obreros y populares en lucha, como salud, judiciales, bancarios y también en las zonas industriales de Godoy Cruz, los barrios obreros de Las Heras y entre los trabajadores rurales de Guaymallén. Fue intensa la campaña en la universidad y entre los docentes.

Los resultados muestran el avance logrado en estos sectores y el reconocimiento de la población en general a un partido que no aparece sólo para las elecciones, sino que interviene con un programa de salida obrera a la crisis en forma permanente.

Hay que destacar la gran elección en Las Heras, 1,6%; Guaymallén, 1,45%; Godoy Cruz, 1,4%, y Luján, 1,35%.

Héctor Fresina