Políticas

11/11/2021

elecciones 2021

Guaymallén: la batalla electoral y la consolidación de un Partido Obrero

Con una gran campaña la militancia del municipio más poblado de la provincia se prepara para las elecciones frente a los partidos del régimen.

A pocos días de que se realice la elección general, se ha destacado la gran campaña impulsada por el PO de Guaymallén y el Frente de Izquierda.

Desde el minuto cero de la campaña el comité del Partido Obrero y las asambleas del Polo Obrero de la zona impulsaron actividades de todo tipo: desde casa por casa saliendo a pelear el voto, agitaciones en concentraciones obreras y galpones municipales y hasta intervenciones en colectivos repletos de trabajadores/as que se adentran diariamente en los barrios obreros del departamento.

No quedó ni un rincón de Guaymallén sin que llegara el planteo del Frente de Izquierda y los afiches de los principales candidatos.

El combate electoral y la pelea por el voto al FIT

El combate para ganar el voto al Frente de Izquierda se ha desarrollado en un cuadro muy interesante. El Frente de Todos que posiblemente meta dos concejales, entre ellos una candidata por la CCC, tuvo que dar un giro discursivo a la izquierda llamando a enfrentar el ajuste y defender los derechos al trabajo, la tierra, la vivienda, etc., para poder sostener la posible fuga de votos y militantes por izquierda.

Esto es contradictorio ya que su presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Fernández son los principales responsables del ajuste que viven los trabajadores en todo el país. Anabel Fernández Sagasti, representante provincial hizo una campaña planteando buscar “acuerdos”, pero no decía con quién, lo cual plantea la posibilidad de acordar de nuevo con Cornejo y/o Suárez hacer pasar el ajuste.

La CCC es una organización nutrida de una base de compañeros combativos que poco tienen que ver con su dirección política que atenta directamente contra la independencia de los trabajadores apoyando abiertamente al gobierno nacional y por tanto a la serie de reformas de ajuste generalizadas que desarrolla de la mano del FMI y los acuerdos locales que sistemáticamente ha urdido el peronismo provincial como la modificación de la 7.722, política a pesar de la cual siguen encolumnados en las listas del Frente de Todos.

Por otro lado la campaña estuvo marcada por la renuncia de dos concejales de Cambia Mendoza -uno de ellos subalterno directo de Marcelino Iglesias- acusados de extorsión y fraude. Lo cual demuestra la descomposición del órgano estatal y también de que los métodos de la cooperativa de Luis Lobos, que denunció el Frente de Izquierda de la mano de su entonces concejal Federico Telera, siguen más vigentes que nunca.

¿Los nuevos concejales de Cambia Mendoza van a seguir fomentando esos métodos? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que por la política desarrollada anteriormente y los dichos del primer edil Miqueas Burgoa, subdirector de Servicios Públicos, la privatización a fondo de los servicios va a ser llevada al concejo ya que ha sido uno de los responsables del avance de la empresa Santa Elena dentro del municipio.

El voto al Frente de Izquierda como garantía de la defensa de los reclamos populares

En este cuadro votar al Frente de Izquierda se torna indispensable para llevar a fondo los reclamos del salario, la vivienda, el trabajo, la urbanización de los barrios populares, los derechos de las mujeres y la juventud.

El ingreso de Federico Telera, primer candidato a concejal del FIT, sería un gran golpe al régimen municipal de corrupción que demuestra estar más vigente que nunca. Es por eso que se ha desarrollado una campaña sin precedentes para que la izquierda irrumpa en el concejo y se levanten las reclamos más sentidos de la población en oposición a la política de prebendas del oficialismo y peronismo local. Esto se está desarrollando con una gran energía por el comité de Guaymallén y las guerreras militantes de la zona que han madurado la idea de que para terminar con el ajuste hay que consolidar una alternativa política propia y conformar un gobierno de trabajadores.

Nos preparamos para confirmar cientos de fiscales que cuiden el voto al FIT como garantía y defensa de un programa popular confrontado con el ajuste de los Iglesias, Suárez y Fernández.

Dejamos sentadas las bases para un salto político de la organización que está dispuesta a terminar no solo con el ajuste, sino también con el hambre y miseria a la que nos han llevado quienes han gobernado las últimas décadas.