El coronel Lucio Gutiérrez ganó las elecciones en Ecuador hace dos domingos en el primer turno, aunque con menos del 21% de los votos. El hecho no es de ninguna manera menor, porque Gutiérrez está identificado con el levantamiento popular de enero de 2000 que echó al entonces gobierno de Yamil Mahuad. La rebelión fracasó cuando la dirección del movimiento indigenista y los oficiales jóvenes del ejército le confiaron el poder a la plana mayor militar, demostrando con ello sus insalvables limitaciones políticas.

“Conocidos los resultados – dice el corresponsal del semanario uruguayo Brecha – , Gutiérrez llamó a un gran acuerdo nacional”. Además, “el coronel aseguró a Brecha que, en caso de llegar a la presidencia, realizará un gobierno amplio y de puertas abiertas”. También prometió mantener en principio la dolarización y “dejó en claro que Ecuador cumplirá con todos sus compromisos” (Brecha, 25/10).

Como se ve, Gutiérrez no tuvo necesidad de recorrer los 25 años del PT para arribar a las mismas conclusiones sin salida. Ocurre en este caso que Gutiérrez pertenece a los que se inscribieron en los países andinos en el llamado proyecto chavista, que hoy virtualmente no existe en la medida en que Venezuela se despeña por el derrumbe económico y la transa con el imperialismo yanqui. Es difícil que Gutiérrez gane el segundo turno; de todos modos, no ofrece ninguna perspectiva para los explotados ecuatorianos con su planteo de “más de lo mismo”.