Rojos por el sol y la tensión de tres horas frente a la represión, el reencuentro de miles de compañeros que llegamos por Pavón, con otros tantos por Mitre, cantando “el Puente es nuestro”, marcó el clima político de la imponente manifestación piquetera, cabecera de una movilización nacional de cortes y marchas en más de 20 puntos del país. Confluimos con docentes, estatales y otros trabajadores en Chaco y Neuquén y sólo Chubut y Santa Cruz quedaron para el 18, 19 y 20 de noviembre, cuando se marchará a pata y a pulmón desde Comodoro hasta Caleta por la libertad de los presos.



Un clima de triunfo político



Ante todo porque dimos una respuesta de masas, combativa, nacional y piquetera al anuncio de Kirchner de la eliminación progresiva del millón novecientos mil planes de empleo a partir del 1° de enero. El llamado telefónico solidario de Amancay Ardura de la CCC, en el preciso momento en que retrocedían la infantería y los hidrantes y ganábamos el ancho puente Pueyrredón en toda su dimensión, convalidó que habíamos ganado el centro político nacional. Así lo reconoció el representante del movimiento que se apartó del plan de lucha común. Después empezaron a llegar delegaciones obreras de subtes, de docentes, estatales, de derechos humanos y otros sectores. Definitivamente, el plan “familias” para “mamás indigentes” es un ataque de conjunto al movimiento piquetero y a todos los desocupados.

Al bajar del puente, la unión a las columnas del Frente Darío Santillán (MTD Verón disidente), que firmaron el Pliego común, completó la multitud estimada en vivo por periodistas de Canal 26 en 20.000 compañeros.

La llegada a la “sitiada Plaza de Mayo (Clarín), cuyos vallados rodeamos literalmente, instaló el pliego (ver aparte) en el centro del poder político: trabajo para todos o subsidio de 350 pesos, aguinaldo a los desocupados, salario mínimo de 800 pesos, reparto de las horas de trabajo, libertad a los compañeros. Una respuesta política a la “unidad de Estado” de Kirchner con el FMI, Carrió y el clero incluido.

El piquetazo coincidió con la llegada de uno de los carniceros chinos de Tiannamen.

Hubo un divisionismo que no faltó a la cita. Pero fue instructivo porque delimitó campos políticos. “Las marchas tuvieron características y dimensiones distintas” dijo Clarín. Efectivamente, el raquítico grupo de Castells con la juventud radical de Artaza, más la CCC, fueron tributarios de una maniobra parlamentaria fracasada para declarar deuda odiosa” la deuda externa… de la dictadura. Dejaron para el olvido su cuatriplicación por parte de Alfonsín, Menem, Cavallo y Cía y, por sobre todo, la astronómica hipoteca, de Duhalde y Kirchner, que rescata a los bancos y a la patria exportadora’ con 30.000 millones de dólares. El capitalismo se ha servido por sobre todo de la democracia para llevar la deuda a casi 200.000 millones de dolares.

El MTR Martino (partidario de movilizar pero “con la CTA y los socialistas para romper el aislamiento”) terminó aislado en la puerta de Desarrollo Social.

El peor de todos fue el MST; había decretado, antes, la defunción de la ANT, pero en realidad está procesando la propia. No obstante, el Teresa Vive se movilizó con la ANT en Córdoba y el MIJD hizo lo propio en Tucumán. Síntomas inequívocos de que sus bases están marchando en la dirección correcta (que es la contraria de la de sus dirigentes).

La movilización desde Jujuy a la Patagonia y también en cinco puntos del interior bonaerense, prefiguró el escenario federal que se está armando para el 19 y 20.

El movimiento piquetero se reposicionó.

Es un punto de apoyo para los trabajadores de Zanón, los estudiantes del Comahue, los telefónicos, los subtes, y las demás luchas.



La ANT y las otras fuerzas que organizaron este piquetazo, ya son convocantes de un 20 de diciembre por la libertad de los presos de Kirchner y el FMI, contra toda la política del gobierno entreguista y por las reivindicacio-nes pendientes del Argentinazo.