Políticas

14/5/2009|1083

Hallú y su camarilla no escarmientan

Tercer intento para judicializar a la Fuba

El sobreseimiento de los 10 dirigentes de la Fuba perseguidos por movilizarse contra el intento de cierre de la sede del CBC de Merlo -arrancado a la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones, a fines del año pasado- puso en jaque a las camarillas que dirigen la UBA. La causa les había permitido realizar durante meses reuniones cerradas del Consejo Superior, vallado policial mediante. Esto explica por qué la UBA realizó un lobby permanente para reabrir la causa, incluso con solicitadas que cuestan miles de pesos. El fiscal general Germán Moldes respondió al llamado de las camarillas y ha solicitado a la Cámara que revoque el sobreseimiento, cosa que no consiguió.

Moldes recurrió entonces a la Cámara Federal; los camaristas Jorge Luis Ballestero, Eduardo Freiller y Eduardo Farah la declararon “inadmisible”.

Las camarillas no escarmientan con esta nueva derrota. En sintonía con la presentación del fiscal Moldes, seis consejeros superiores de la UBA, entre los que se encuentran varios decanos, se presentaron como querellantes ante la cámara de casación.

Mientras esto ocurría, la Justicia citaba a declarar a Agustín Vanella y Santiago “Fredy” Gima, presidentes de la Fuba en 2006, por la ocupación de la Facultad de Medicina, el 1º de mayo de ese año, en el marco de la lucha por la democratización. Insólitamente, ese día los estudiantes fuimos salvajemente golpeados por la patota de la burocracia sindical que dirige el gremio no docente, Apuba. La impunidad con la que contaron estas patotas contrasta con esta nueva persecución judicial a los que luchan. Las patotas han sido identificadas y filmadas por los medios presentes ese día.

El adelantamiento de las elecciones de claustro profesional, impulsada por las camarillas, pone una vez más en el centro de la escena la lucha por la democratización. Esta maniobra elimina cualquier posibilidad de reformar los estatutos antes de la elección del rector. La judicialización de la lucha del movimiento estudiantil, el vallado policial y la multiplicación de los sumarios contra los estudiantes, son la herramientas a las cuales apelarán las camarillas para garantizar el statu quo reaccionario que les permite profundizar con la privatización y los negociados hacia el interior de la universidad.

La junta representativa de la Fuba resolvió impulsar una gran campaña contra los sumarios y la judicialización de la lucha estudiantil, del mismo modo que lo resolvió el congreso abierto extraordinario del 25 de abril.

Cristian Henkel (presidente de la Fuba)