Políticas

11/6/1998|588

Hay que estatizar la Cervecería Córdoba

El conflicto en la Cervecería Córdoba tiene en vilo a todo el movimiento obrero de la provincia, por la sencilla razón de que es un ataque en profundidad, en el marco de una terrible ofensiva anti-obrera que apunta también a los trabajadores del Banco de Córdoba; a los docentes, a quienes quieren meterles la ‘reforma laboral’; a los trabajadores de la salud, golpeados por privatizaciones y cierres y más reducciones de salarios; a los trabajadores de la industria autopartista, amenazados por una mayor reducción del componente nacional de los automóviles; y, por último, a la propia industria terminal, ya que Renault pretende, al margen del convenio de trabajo, establecer ‘actas’ que la autoricen a flexibilizar y tercerizar.


Como el desenlace del conflicto que mantiene ocupada a la Cervecería Córdoba toca a todo trabajador cordobés, la noticia de que el pulpo chileno que compró la empresa pretende cerrarla para sólo explotar la marca, con producción localizada en otra parte (o incluso de importación), llevó la sangre al río. Los trabajadores de la Cervecería reforzaron las defensas de la ocupación y aumentaron las presiones para que se decrete un nuevo paro activo de toda la provincia.


Frente a esto decimos. La amenaza del cierre plantea una única salida, la estatización de la cervecería; el movimiento obrero de Córdoba debería establecer esta reivindicación inequívocamente porque ya hace mucho que estamos ante un conflicto político y no ‘privado’. En consecuencia, la lucha debe encararse francamente detrás de este objetivo. Impedir el cierre de la cervecería, anteponiendo el interés social al privado, constituirá un signo decisivo para frenar cualquier intento similar entre las autopartistas o la flexibilización en las terminales.